Un periodista del servicio en árabe de Al-Jazeera que llevaba más de cuatro meses en huelga de hambre para protestar por su prolongada detención sin juicio quedó libre el martes en medio de vítores.
La madre, la esposa y los hermanos de Abdulá Elshamy, de 26 años, lo recibieron cuando salió de la estación de policía de un suburbio al norte de El Cairo. El procurador general había ordenado su excarcelación por «condiciones de salud».
Elshamy, otrora un joven de complexión gruesa, se veía demacrado al dejar la estación de Ciudad Nasr vestido aún con su uniforme de prisión.
«Gané», declaró ante reporteros. Su familia dijo que lo llevarían al hospital.
Su detención, junto con los juicios de otros periodistas de Al-Jazeera, estuvo relacionada con la represión de partidarios del depuesto presidente Mohamed Morsi desde que el ejército lo derrocó el año pasado. Las autoridades egipcias acusaron a la cadena catarí de apoyar a la Hermandad Musulmana. Al-Jazeera refutó las acusaciones.
Horas antes, un periodista egipcio-canadiense de Al-Jazeera encarcelado en Egipto dijo que espera que la liberación de Elshamy con fundamentos médicos signifique que él también será liberado.
Mohamed Fahmy habló desde un hospital privado donde se le efectuó un chequeo médico en el hombro por una herida que se ha agravado durante sus seis meses tras las rejas.
AP