Si bien es cierto que Maduro no es Chávez, y Giordani no dio pie con bola en materia económica, mientras esta película avanza, la oposición come cotufa y disfruta del mundial, en Miraflores gobierna la lucha de poder.
El tristemente célebre, ahora exministro de Planificación y Desarrollo, Jorge Giordani, relevado de su cargo por el presidente Maduro, al que sus detractores políticos y colegas apodan como “El Monje”, autor para muchos de la actual debacle económica del país, aparece ahora dándose golpes de pecho y queriendo hacer ver que el culpable de todo es Nicolás, por no haberle parado bolas a sus desencuentros económicos.
Parafraseando a Bernardo Jurado, en su último libro “Escritos nocturnos, lecturas laxantes”, en el capítulo final acuña el término “Mitralitico”, que perfectamente bien sirve para describir a Giordani, quien no solo no ha podido ni querido demostrar que es venezolano por nacimiento, sino que además, según Ramón Hernández, en su reciente artículo en el diario El Nacional, sostiene que en el currículo de Giordani, éste aparece como doctor en Ingeniería Electrónica, algo incierto.
Es “dottore”, según Ramón Hernández, la palabra italiana equivalente a técnico superior, que se obtiene en las carreras de tres años, en las de cinco entregan el título de “dottore magistrale”. El doctorado requiere un postgrado o “specializzazione” de tres o cuatro años que Jorge jamás cursó. Dice que hizo un máster en la Universidad de Sussex, al sur de Londres, pero ahí no aparece su nombre ni el trabajo de grado, obligatorio para graduarse. Refiere también Ramón Hernández, que lo de profesor invitado en The London Economic School es otro cuento, como su fama de austero.
Pero más allá de lo Mitralitico, que etimológicamente no significa nada en sí mismo, sino lo que uno le quiera dar por significante, el cinismo de Giordani es de tal magnitud que pretende a través de el documento que denominó “Testimonio y responsabilidad ante la historia”, lavarse las manos y venderle a sus compinches de la revolución, que le rinde cuentas al país, echándole encima el muerto a Nicolás Maduro de todos los desaciertos cometidos por él.
Cinismo que transciende, cuando ha sido el propio Giordani, con su nefasta tesis para desmontar la máquina de poder que tenían instalados los grupos externos e internos que se enriquecieron en la IV República con los excedentes del petróleo, es él quien convierte a Venezuela en una enorme fábrica de pobreza, con su ejecución de programas y políticas públicas diseñadas para construir una nueva organización social. “El camino de desarmar y construir es arduo”, dice “El Monje” en su documento de rendición de cuentas, y añade: “La construcción del socialismo históricamente siempre ha constituido un desafío notable”. No nos cabe duda, lo que hizo Giordani en estos 15 años, solo es comparable con los estragos de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Cinismo que completa Giordani con un mea culpa, al decir: “Me veo obligado por razones de conciencia a hacer público este documento, donde expongo una serie de consideraciones respecto al cumplimiento de mi deber como militante de la causa del socialismo y su relación con lo que han sido mis últimas actuaciones como servidor público.
Orgulloso de haber nacido en San Francisco de Mocorís, República Dominicana, Giordani ha sido un fiasco más de la revolución bonita tanto para los seguidores del proceso, como para quienes lo adversan.
Viola la Constitución en su Artículo 41 que señala de manera taxativa que únicamente los venezolanos por nacimiento y sin otra nacionalidad pueden ejercer el cargo de ministro de Finanzas y aquellos despachos relacionados con la seguridad de la nación, y para colmo ofende y se burla de Nicolás Maduro al decir, que a diferencia de Chavez, sus decisiones son autoritarias. Que Chavez no pedía, exigía opiniones y propuestas, y como las comentaba, el Comandante Chávez no evadía, resolvía, y la guinda sobre el helado ha sido decir, que: “resulta doloroso y alarmante ver una Presidencia que no transmite liderazgo, y que parece querer afirmarlo en la repetición, sin la debida coherencia, de los planteamientos como los formulaba el Comandante Chávez, y en el otorgamiento de recursos masivos a todos quienes lo solicitan sin un programa fiscal encuadrado en una planificación socialista que le de consistencia a las actividades solicitantes”.
En conclusión, así paga el diablo.
“El Monje” destapó los demonios en el PSUV y dejó como advertencia sobre lo que está pasando con los desafíos políticos internos, “donde un esfuerzo disperso y dispendioso en recursos no parece ser la mejor forma de enfrentar a una oposición crecientemente articulada con los enemigos externos. La improvisación de cuadros sin experiencia y designaciones poco adecuadas para el manejo de los grandes fondos del Estado pone en jaque la unidad de los cuadros bolivarianos”.
Si bien es cierto que Maduro no es Chavez, y Giordani no dio pie con bola en materia económica, mientras esta película avanza, la oposición come cotufa y disfruta del mundial, en Miraflores gobierna la lucha de poder. El que tenga ojos que vea.
ANÁLISIS
No nos vengan con que el país no está quebrado, cuando la mayoría de las economías se miden por la producción de vehículos. La Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez) señaló que la producción en las siete ensambladoras en mayo respecto al mismo mes de 2013 fue de 92%, produciendo apenas 645 vehículos: General Motors Venezolana (344), MMC Automotriz, (300), Ford Motor de Venezuela apenas un solo vehículo y en las otras cuatro nada. Esto significa que las ensambladoras están trabajando al 3% de su capacidad instalada.
ESCENA DEL CRIMEN
Me asegura Cicerón que el empresario alemán Christofer Wilhelm Keuters, asesinado el miércoles en el Hotel Eurobuilding, fue contratado por una empresa privada venezolana de la que se presume uno de sus dueños, sería un general de la Guardia Nacional Bolivariana, por eso llegó al hotel abordo de un vehículo blindado con chofer y escoltado por un sargento de la GNB en moto. Christofer Wilhelm Keuters, que poseía un pasaporte diplomático, aseguró un alto funcionario de Polibaruta, y sus escoltas son funcionarios activos del Gobierno. Las primeras pesquisas indican que el móvil que se maneja es el robo, pero por la forma en cómo fue asesinado, la misma pierde fuerza en medios policiales.
Christofer Wilhelm Keuters, era representante de una compañía que vende equipos médicos. Frecuentaba el país por esta razón. Pero uno se pregunta con la crisis que hay a quién le vendía esos equipos, si al Gobierno o a clínicas privadas. ¿Por qué el empresario alemán tenía funcionarios como escoltas? ¿Quién era realmente? ¿A qué vino? ¿Quién lo mató? ¿Porque tenía pasaporte diplomático?
A CALZÓN QUITAOWilmer Suárez
Twitter: @acalzoquitao54