**** Se equivocaron quienes pretendían que la sumisión sería un acto dócil. Ese día, precisamente los esclavizados de Yare y sus alrededores, no se rendirían ante el cuerpo de Cristo, sino que danzarían para reivindicar su dignidad
A mediados del siglo XVIII, en la Venezuela colonial, se preparaba una insurrección de esclavizados y esclavizadas contra el sistema esclavista que denigraba la condición humana de miles africanos y africanas que habitaban en los sistemas carcelarios productivos, llamados económicamente “haciendas de cacao” o “plantaciones de caña de azúcar”.
San Francisco de Yare fue el epicentro de insurrección y desde alli se había constituido una red de cimarrones que iba desde los Valles de Barlovento, los Valles del Tuy hasta llegar a Caracas. El sistema de inteligencia del régimen colonial español detectó el proyecto de rebelión y procedió a capturar a los implicados, siendo unos de sus mayores líderes Miguel Luango, seguido de Francisco Congo, el esclavizado criollo Manuel Espinoza y otros integrantes procedentes de las civilizaciones Minas y Carabali.
Recuperar la memoria…
recontar la historia
Por coincidencia histórica de ese siglo, según lo que investigamos en el Archivo General de la Nación, y más concretamente en el año 1749, el día Corpus Christie y la celebración de San Juan Bautista quedaron en la misma fecha como está en este año de 2014. Esos días “católicos”, los había exigido la iglesia al gobierno español y a los hacendados para que dejaran rezar a los esclavizados, en cuanto a rendirse al cuerpo de Cristo y a rezar a San Juan el Bautista, como forma de profundizar la sumisión, la obediencia y el respeto a las autoridades eclesiásticas, así como al poder colonial. Pero se equivocaron quienes pretendían que la sumisión sería un acto dócil. Ese día, precisamente los esclavizados de Yare y sus alrededores, no se rendirían ante el cuerpo de Cristo, sino que danzarían para reivindicar su dignidad, para rememorar sus espíritus, sus máscaras para recordar a sus muertos y llamar a la insurrección.
La historia de los Diablos Danzantes hay que recontarla al igual que la de San Juan y el resto de los santos católicos y afrocatolicos, convertidos manipuladoramente en “santos patrones”… ¿patrones de qué? Si el Bautista andaba “mamando”, sin una moneda en el bolsillo, con una mochila “terciá”, unas sandalias rotas y así cuando llegó al río de Jordán, después de andar caminando por largo tiempo, vio a “Jesus” y le dijo vamos a echarnos un bañito panita… y es de ahí de donde surge el bautismo que la Iglesia Católica luego lo convierte en un símbolo de dominación espiritual.
Lo cierto es que los Diablos Danzantes, no solo los de Yare, sino también los de Turiamo (quienes también se rebelaron en la costa de Aragua comenzando el siglo XIX) al igual que los de Caracas a finales del siglo XVIII, los cuales fueron prohibidos), constituyen históricamente una corriente histórica en la rebelión de los pueblos en búsqueda su libertad permanente. No basta con declarar todas las fiestas afrocatólicas patrimonio cultural, sino también descolonizar la historia y los símbolos de dominación que aún permanecen en la manipulacion interpretativa de esas expresiones culturales.
San Juan Congo,
el cimarrón
Curiepe es conocido por todos por haber sido el primer pueblo en la historia de las Américas y el Caribe fundado por africanos de origen Congo, libres. Marcelino Ganga, uno de los fundadores era libre porque se había fugado de Curazao y como esa isla estaba controlada por Holanda, que era enemiga de la corona española, al llegar a las costas de Venezuela se le dio asilo, aunque usted no lo crea, luego se incorporó al ejército colonial español y con el tiempo pidió un pedazo de tierra, conjuntamente con otro congolés de nombre cristiano llamado Juan del Rosario Blanco. Ese pedazo de tierra que se lo disputó al esclavista canario Juan Francisco De Lean, se llamó Curiepe. Con el tiempo los congoleses y descendientes cimarronearon la iglesia católica y crearon a su semejanza a San Congo, mejor conocido como el conguito y a quien se celebra en el sector de la Capital de Curiepe el sábado siguiente de San Juan Bautista. Conguito es un ejemplo de cimarroneje espiritual que burló Santa Inquisición.
CHU-CHE-RÍAS
*** Desde la comunidad cimarrona de Ocoyta siguen clamando por la presencia del Ministerio de Ambiente.
*** Para le CIEBA-DA (Centro de Estudios Integrales de Barlovento y la Diáspora Africana), según se le envió una carta al cimarrón Américo Mata /Corpomiranda, hacen falta dos aires acondicionados, diez computadores para el material de documentación que se está digitalizando sobre Barlovento, video proyector, estantes para la biblioteca, compra de libros, archivos, 100 sillas y los arreglos de la planta física ante la falta de mantenimiento.
*** En Carúpano, Juan de Dios Díaz y la profesora Gregoria Urbano, coordinadores del Instituto Étnico de Paria (estado Sucre) conmemoraron el decreto de la libertad de los esclavizados dado por Bolívar a su regreso de Haití en 1816.
La voz de Afroamérica
Jesús “Chucho” García