Para el economista y profesor universitario, José Guerra, el exministro de Planificación, “con su carta, busca una manera de escabullirse de la responsabilidad por la crisis económica que está por recrudecerse e intenta encasquetársela a Nicolás Maduro, a Rafael Ramírez y a Nelson Merentes”
Luís Guillermo Valera
“Con su carta, Jorge Giordani busca una manera de escabullirse de la responsabilidad por la crisis económica que está por recrudecerse e intenta encasquetársela a Nelson Merentes, Rafael Ramírez y Nicolás Maduro”.
Quién así lo asevera es el economista y profesor universitario, José Guerra, al referirse al escrito del exministro de Planificación, quien tras ser removido el pasado martes de su cargo por el presidente Nicolás Maduro, denunció la falta de planificación y la improvisación de las altas esferas del Gobierno, los gastos desproporcionados del Ejecutivo y el desconocimiento del propio jefe de Estado del hecho económico.
Se confirma mal
manejo económico
-¿Qué lectura le deberían dar el Gobierno y la oposición a la carta de Giordani?
-Para el Gobierno es una gran contradicción dentro de las filas del oficialismo y una fuerte crítica para el presidente de la República, el de Pdvsa y del Banco Central. Mientras que la oposición ve esto como algo natural: una confirmación de las denuncias que han venido haciendo a lo largo de los años, el tiempo les ha dado la razón.
Asimismo agregó que “para la ciudadanía esta carta es la prueba de un mal manejo económico por parte del Estado y una muestra más de cómo se ha perdido la mejor oportunidad que se nos ha presentado en toda la historia de Venezuela”.
Pistas de la crisis
-En las últimas semanas el INE (Instituto Nacional de Estadísticas) publicó un informe que indica que el consumo de alimentos ha disminuido de forma considerable, ¿esta caída es un reflejo del descenso del poder adquisitivo o se debe al desabastecimiento?
-Es una mezcla de ambos factores. Por un lado, los índices de inflación al alza hacen más difícil que se puedan costear los productos básicos, en el último año, solo en alimentos, ha subido un 76%; mientras que por el otro la escasez hace que la gente deje de consumir los bienes que no consigue en el mercado, y esta reducción en la oferta presiona los precios hacia arriba todavía más.
-¿A qué se debe este repunte en la escasez?
-A que no hay dólares para importar. Para muestra un botón: en el 2006 las reservas internacionales estaban en 42 mil millones de dólares, y ahora no pasan de 22 mil. Gran parte del problema se debe al déficit monstruoso que tiene Pdvsa, que obliga al Banco Central a imprimir billetes para financiar a la empresa. Hay muchos bolívares pero pocos dólares, a eso se resume todo.
Gobierno de Maduro
“sediento” de dólares
-Hablando de las reservas internacionales: hace unas semanas, especialistas de Goldman Sachs predijeron que el precio del oro va a bajar a lo largo del año, ¿cómo podría afectar esto a Venezuela, siendo que el 70% de nuestras reservas son en oro?
-En primer lugar bajaría la capacidad importadora del Estado, además de su margen de movimiento para pagar las deudas que tiene con los proveedores internacionales. Por eso es que el Gobierno anda desesperado buscando prestamistas: hace poco el ministro Ramírez llegó de Londres, donde habló de unificar el tipo de cambio a corto plazo, a que el Gobierno reducirá gasto y aumentará la gasolina. Todo eso para tratar de captar inversionistas.
-¿A eso se debe el nuevo préstamo que se planea acordar con China?
-Sí. El Estado está buscando dinero ante varios organismos, pero los chinos solo prestan para obras en las que ellos son socios, y lo que se necesita es dinero líquido. Lo mismo pasa con préstamos que se están pidiendo con el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial. El único que podría darle los fondos que se necesitan es el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero el Gobierno no planea calarse esa raya, por lo que busca otros mecanismos, aunque a la larga tengan que pagar mayores tasas de interés: el FMI cobre un 4%, mientras que bonos y deuda pública un 14%, mientras que con los chinos no se sabe cuánto es el interés por los créditos.
-¿Se puede atribuir esta falta de divisas que el ministro Rafael Ramírez anunciara la intención de Pdvsa de aumentar la exportación de petróleo a Estados Unidos?
-Por supuesto. Pero ese tipo de anuncios, con la producción actual de Venezuela, son inviables, a no ser que se corten los subsidios que tiene el Estado con Cuba y Petrocaribe, que llegan a 200 mil barriles diarios de petróleo.
Soluciones a la crisis
En opinión de Guerra, si el Ejecutivo Nacional continua implementando el sistema económico planteado por Giordani en los últimos años solo se seguirá recrudeciendo la crisis que se cierne sobre el país: “pero para evitar la crisis habrían que tomarse algunas medidas que resultan impopulares para la base del chavismo, lo cual ha refrenado esas decisiones hasta ahora”.
-¿Qué debería hacer el Gobierno Nacional para que el impacto de esta medidas, que según dice usted, son inevitables, no afecten al venezolano?
-En primer lugar, cambiar de modelo económico: hay que olvidarse del Socialismo del siglo XXI y pasar a un modelo mixto con mayor participación del sector privado en al economía nacional. Luego se debe fomentar una política económica integral para estabilizar los precios y fomentar la creación de empresas, en lugar de las medidas improvisadas, esporádicas y casuísticas a las que no tiene acostumbrado el Ejecutivo.
**RECUADRO**
Hacia la
unificación
cambiaria
-¿El Gobierno ya no estaría dando los primeros pasos hacia la unificación cambiaría con la migración de algunos rubros del dólar preferencial al Sicad I y II?
-Claro, son los primeros pasos, aunque aún faltan muchos ajustes por hacerse: todavía faltan los nuevos precios de la carne, los lácteos y la harina.
-¿Cuál debería ser el valor de las divisas de darse la unificación? ¿A tasa Sicad II?
-Eso sería un suicidio. Si llegan a tomar la medida el nuevo valor del dólar debería rondar los 20 bolívares por dólar, y ya de por sí es una devaluación importante. Y de llegarse a dar este año, no te extrañe que la inflación llegue al 100% y quizás hasta más