En esta urbanización del municipio Sucre del estado Miranda, empezando los jueves y hasta el sábado, desde las 5pm y hasta que amanece, vehículos repletos de personas toman en la vía pública, no para manifestar, sino para hacer fiestas con música, alcohol y bailes incluidos
Los vecinos y transeúntes el municipio Sucre, los trabajadores del diario El Nacional, así como los socios del Club los Cortijos, están sitiados por la anarquía que ocupa a la calle principal y sus vías aledañas en la urbanización Los Cortijos.
Y es que empezando los jueves y hasta el sábado, desde las 5pm y hasta que amanece, vehículos repletos de personas toman en la vía pública, no para manifestar, sino para hacer fiestas con música, alcohol y bailes incluidos. No sólo con cornetas a altísimo volumen, sino que hasta ventas de licor operan allí, entre otras cosas que seguro acompañan estas fiestas ilegales. Lo que comenzó como una reunión entre compañeros de trabajo al salir de su jornada, se ha convertido en algo digno de estudio y análisis para entender y comprender cómo los venezolanos hemos perdido el mínimo sentido común y cómo las autoridades policiales no existen dentro del sistema social ni para hacerse respetar ni para temerles.
Aterrador mensaje de impunidad
Hace una semana, un intenso tiroteo se presenció en horas de la madrugada entre policías y quienes concurrían a la fiesta. Armas se esgrimían por doquier, ante el terror de quienes nada tenían que ver con el problema, inclusive niños que salían del club. Esto no sólo es inconcebible, sino que detona una pérdida total del control de la autoridad en el espacio mencionado y un mensaje de impunidad aterrador, si no podemos hacer nada con esto, qué nos espera para el narcotráfico, el secuestro y otros delitos más graves.
Una muestra clara de la pérdida de principios, de valores, de autoridad, es lo que pasa en esta zona del Municipio Sucre, que para quienes no la conocen debo además advertir que es un vía principal que conduce, desemboca, de manera directa en la autopista Francisco Fajardo, con lo que no sólo hay un riesgo para las personas, los bienes, sino un altísimo riesgo de seguridad vial.
¿Dónde están las autoridades del municipio Sucre?
Cabe preguntarse muchas cosas, entre ellas: ¿cómo se permitió, por omisión de las autoridades municipales, llegar a estos niveles de concentración de vehículos y de personas, que de manera ilegal toman las vías públicas, cometiendo no sólo infracciones claras a normas previstas en ordenanzas municipales como la de ruidos molestos y la ingesta de alcohol en las vías públicas, sino de delitos como obstaculización de las vías, uso indebido de arma de fuego, distribución ilícita de alcohol, resistencia a la autoridad, manejo de vehículo en estado de ebriedad, entre muchos otros que pueden permitir no sólo la detención, sino el decomiso de vehículos y equipos? Esto desde la represión. Pero desde la prevención debemos reconocer que la autoridad fracasó, porque no se debió permitir ni un solo vehículo ni un solo día, pero obviamente ante una autoridad no presente, o peor aún, como yo misma lo he presenciado, autoridades presentes sin hacer nada, el ilegal se apodera de los espacios de todos produciendo que los legales se replieguen y se inhiban de realizar su vida cotidiana por estas vías.
Muchos venezolanos disfrutan de la anarquía
Cabe también el necesario análisis sobre qué lleva a tantas personas, más de 200, me atrevería a decir con timidez, a apostarse para estas actividades en la vía pública. La falta de espacios recreacionales, el alto costo de todo producto de la inflación, la inseguridad en espacios cerrados, la necesidad de usar espacios públicos, podrían ser algunas de la razones de análisis, sin olvidar que una de gran peso es que muchos venezolanos no sólo disfrutan de la anarquía, sino que la promueven y apoyan para poder realizarse socialmente.
Varios metamensajes allí escondidos que también pasan por la posibilidad de ver como factible el hecho de que puedan algunos lucrarse, desde la corrupción de esta anarquía. Cuando se comparan las detenciones de algunos manifestantes ilegales, podemos observar algunos puntos en común a lo que he descrito, y entonces me pregunto: ¿por qué nadie ha sido detenido en Los Cortijos? ¿Qué ha impedido que las autoridades hagan su trabajo y cumplan con la ley?
Vicios sociales y ausencia de políticas públicas
La solución ahora es mucho más complicada que cuando se pudo trabajar desde la prevención, y es que precisamente el equilibrio adecuado en el diseño de políticas públicas está entre la represión y la prevención, pero cuando esta última es inexistente, por omisión permanente en observar los factores de riesgo antes que el problema estalle, sólo queda la represión, que como tampoco se utiliza con una medida adecuada, pues termina convirtiendo el problema, una vez más, en un espacio para la impunidad.
Detrás de estos eventos lamentables se esconden no sólo vicios sociales, sino la evidencia clara de la ausencia de políticas públicas adecuadas para tratar los temas de convivencia, que no se les dan importancia en un franco desprecio por la prevención, como el único mecanismo adecuado para evitar problemas de inseguridad. Si no hay respeto a las normas de convivencia no puede haber seguridad personal.
Y así se pierde un país…
Todos estos problemas culminan siempre en un problema mayor de inseguridad: homicidio, lesiones, daños a la propiedad privada, daños a bienes públicos, y graves accidentes de tránsito. Despreciar este problema y no darle el nivel de atención adecuado coloca a las autoridades en una entrega absoluta de sus competencias a quienes de manera ilegal se burlan de la ley y del orden.
Perder una calle en manos de ciudadanos abusadores, es la mayor muestra de cómo se pierde un país ante la inercia de sus autoridades y sus ciudadanos.
Afectados deben buscar soluciones inmediatas
Vecinos del municipio Sucre, trabajadores y usuarios del Club Los Cortijos, y trabajadores y dueños del diario El Nacional, deben plantearse una reunión urgente con cuerpos de seguridad de manera que se tomen medidas inmediatas para dar respuestas a quienes desde lo legal tienen derecho a sus alternativas. De no tomar medidas pronto veremos resultados fatales, lamentables, irreversibles, pero por encima de todo esto, tendremos que asumir que pronto la anarquía se instalará en nuestras propias casas, provocada y convalidada por otros.
Las autoridades tienen varias alternativas: trabajar en conjunto con varios cuerpos de seguridad, detener vehículos y decomisar objetos prohibidos en las ordenanzas y la ley, resguardar las zonas a las horas críticas para evitar que se instalen allí los ciudadanos que están al margen de la ley, coordinar zonas de liberación donde por iniciativa de la Alcaldía de Sucre se pueda lograr el uso del espacio público, con restricciones, pero con algunos permisos, para el esparcimiento y recreación, bajo vigilancia policial, con limitaciones de horario, y que obviamente no obstaculice ningún tipo de tránsito y menos aún que desemboque en una autopista.
Las zonas liberadas han dado buenos resultados y permiten desde el control policial y administrativo resultados interesantes para la prevención y la convivencia. Pero lo más relevante es reflexionar sobre el cumplimiento de la ley, la ausencia de cultura jurídica y de respeto a las autoridades, así como a los derechos de los demás.
Para que te defiendas
Mónica Fernández
Twitter: @monifernandez