Un solo punto separa a los dos equipos de seguir vivos en la competición aunque ambos técnicos han descartado un posible acuerdo para firmar un resultado previo que les beneficie.
Con cuatro puntos y una diferencia de goles de +4, Alemania encabeza el Grupo G por delante de Estados Unidos (4 puntos, +1), Ghana (1 punto, -1) y Portugal (1 punto, -4) antes de la decisiva tercera jornada.
Nada de arreglos
Jurgen Klinsmann, seleccionador alemán de Estados Unidos y que dirigió a la ‘Mannschaft’ en su Mundial en 2006, descartó la posibilidad de un pacto con su antiguo asistente Joachim Löw, hoy a los mandos del conjunto germano.
«Los dos equipos quieren terminar en cabeza del grupo y queremos estar delante para abordar los octavos de final», dijo Klinsmann.
«No es el momento de hacer llamadas amistosas. Jogi (Joachim Löw) hace su trabajo. Somos buenos amigos y yo hago mi trabajo, que es hacer todo lo posible para que pasemos a octavos de final», añadió.
En la memoria colectiva de todos aún sigue latente aquel fatídico 25 de junio de 1982, en la Copa del Mundo de España cuando, en Gijón, la RFA y Austria firmaron de antemano un 1-0 que clasificaba a ambos y dejaba fuera entonces a Argelia, en lo que se denominó para siempre como ‘el partido de la vergüenza’.
«Hablan de un partido que tuvo lugar hace décadas. Forma parte de la historia de Alemania, pero no de la de Estados Unidos. Si se mira al pasado del equipo norteamericano, se ve que siempre intentamos que las cosas sean como tienen que ser», sentenció Klinsmann.
Por el lado alemán, el adjunto del seleccionador, Hansi Flick, también rechazó cualquier sospecha de arreglo.
«Todo lo que puedo decir es un no categórico. Ya hemos dicho que queríamos ganar este partido y es para lo que jugaremos durante los 90 minutos», declaró este lunes en rueda de prensa.
Objetivo: evitar a Bélgica en octavos
Ambas selecciones aspiran a liderar la llave para evitar así a Bélgica en la próxima ronda. Los pupilos de Marc Wilmots, liderados en el terreno de juego por estrellas de la talla de Eden Hazard, Romelu Lukaku, Marouane Fellaini, Thibaut Courtois o Vincent Kompany, son una de las sorpresas de este Mundial y uno de los rivales más duros de todos los que siguen vivos en Brasil.
El primero del Grupo G se medirá al segundo del H, que se decidirá en la última jornada entre Rusia, Corea del Sur y Argelia, selecciones a priori de menor entidad que los ‘Diablos Rojos’.
Para este decisivo partido, Löw podrá contar con los recuperados Jérôme Boateng y Sami Khedira, que arrastraban molestias desde el empate 2-2 ante Ghana, el sábado.
Klinsmann, por su parte, tendrá la baja del delantero de 24 años Jozy Altidore, que fue sustituido en su estreno en la competición, el 16 de junio, en el triunfo 2-1 ante la formación africana.
AFP
Un solo punto separa a los dos equipos de seguir vivos en la competición aunque ambos técnicos han descartado un posible acuerdo para firmar un resultado previo que les beneficie.
Con cuatro puntos y una diferencia de goles de +4, Alemania encabeza el Grupo G por delante de Estados Unidos (4 puntos, +1), Ghana (1 punto, -1) y Portugal (1 punto, -4) antes de la decisiva tercera jornada.
Nada de arreglos
Jurgen Klinsmann, seleccionador alemán de Estados Unidos y que dirigió a la ‘Mannschaft’ en su Mundial en 2006, descartó la posibilidad de un pacto con su antiguo asistente Joachim Löw, hoy a los mandos del conjunto germano.
«Los dos equipos quieren terminar en cabeza del grupo y queremos estar delante para abordar los octavos de final», dijo Klinsmann.
«No es el momento de hacer llamadas amistosas. Jogi (Joachim Löw) hace su trabajo. Somos buenos amigos y yo hago mi trabajo, que es hacer todo lo posible para que pasemos a octavos de final», añadió.
En la memoria colectiva de todos aún sigue latente aquel fatídico 25 de junio de 1982, en la Copa del Mundo de España cuando, en Gijón, la RFA y Austria firmaron de antemano un 1-0 que clasificaba a ambos y dejaba fuera entonces a Argelia, en lo que se denominó para siempre como ‘el partido de la vergüenza’.
«Hablan de un partido que tuvo lugar hace décadas. Forma parte de la historia de Alemania, pero no de la de Estados Unidos. Si se mira al pasado del equipo norteamericano, se ve que siempre intentamos que las cosas sean como tienen que ser», sentenció Klinsmann.
Por el lado alemán, el adjunto del seleccionador, Hansi Flick, también rechazó cualquier sospecha de arreglo.
«Todo lo que puedo decir es un no categórico. Ya hemos dicho que queríamos ganar este partido y es para lo que jugaremos durante los 90 minutos», declaró este lunes en rueda de prensa.
Objetivo: evitar a Bélgica en octavos
Ambas selecciones aspiran a liderar la llave para evitar así a Bélgica en la próxima ronda. Los pupilos de Marc Wilmots, liderados en el terreno de juego por estrellas de la talla de Eden Hazard, Romelu Lukaku, Marouane Fellaini, Thibaut Courtois o Vincent Kompany, son una de las sorpresas de este Mundial y uno de los rivales más duros de todos los que siguen vivos en Brasil.
El primero del Grupo G se medirá al segundo del H, que se decidirá en la última jornada entre Rusia, Corea del Sur y Argelia, selecciones a priori de menor entidad que los ‘Diablos Rojos’.
Para este decisivo partido, Löw podrá contar con los recuperados Jérôme Boateng y Sami Khedira, que arrastraban molestias desde el empate 2-2 ante Ghana, el sábado.
Klinsmann, por su parte, tendrá la baja del delantero de 24 años Jozy Altidore, que fue sustituido en su estreno en la competición, el 16 de junio, en el triunfo 2-1 ante la formación africana.
AFP