La reciente idea del presidente Evo Morales de hacer girar al revés el reloj más emblemático de Bolivia desató críticas y burlas y amenaza con profundizar la confrontación entre bolivianos.
El enorme reloj que corona la cúpula de la Asamblea Legislativa en La Paz, de arquitectura neoclásica, ya no lleva números romanos sino arábigos y gira en sentido inverso en señal de «descolonización».
La hora no ha sido modificada pero el cambio en el reloj del Legislativo ha sido calificado de atentado al patrimonio histórico por la alcaldía de La Paz, gobernada por la oposición.
«Ningún elemento puede ser modificado o sustituido de forma independiente o respondiendo a criterios coyunturales», dijo la directora de Patrimonio, Ximena Pacheco.
El vicepresidente Álvaro García no descartó la posibilidad de que todos los relojes de instituciones públicas sean modificados. Las autoridades municipales ya anticiparon su rechazo.
AP