Dwayne Wade y Chris Bosh siguieron los pasos de LeBron James y decidieron explorar el mercado de la NBA
El misterio reina en el efecto dominó que azota a Miami Heat poco después de perder las segundas Finales de la NBA de las cuatro consecutivas que han jugado. LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh han ejercido su derecho a convertirse en agentes libres luego de cumplir con el propósito con el que llegaron: lograr títulos y crear espectáculo. Udonis Harslem también ha querido unirse a la desbandada del ‘Big Three’.
Parece que fue ayer cuando la Ciudad Mágica recibió a un LeBron que lo primero que hizo fue alojarse en el ‘W South Beach’. Pocas veces se vieron tantos helicópteros sobrevolar el edificio. El complejo, localizado a pie de playa, fue tomado por las fuerzas del orden, los medios de comunicación y cientos de curiosos que buscaban la instantánea de sus vidas. El 8 de julio de 2010, James había formado parte de uno de los circos más recordados de la historia de la liga al desvelar su futuro en abierto para ESPN en un especial titulado ‘La Decisión’.
Se mascaban tiempos de gloria en el sur de la Florida. Aquel año, con Wade como agente libre, los comisionados del Condado de Miami-Dade votaron por unanimidad que pasara a llamarse el Condado de Miami-Wade durante el periodo comprendido entre el 1 y el 7 de julio. La ciudad quería convencer al escolta para que permaneciera en el equipo que le drafteó en 2003, y lo consiguió. Ese mismo día, Wade y Bosh firmaron un contrato de cuatro años con el Heat, menos de 24 horas después, James tomó la decisión de acompañarles.
Talonario efectivo
Miami contaba con tres de los mejores jugadores de la liga tras la configuración de un equipo campeón a golpe de talonario. Aunque hubo un mínimo sacrificio por parte de los jugadores, los contratos de James y Bosh eran de 110.1 millones de dólares y el de Wade de 107.5 por un periodo de seis años. Cada jugador se dejaba en el camino 15 millones de dólares durante la vida de sus contratos para ayudar a la franquicia a afrontar los gastos de tan suculento desembolso, pero había una contrapartida: a partir del cuarto año, el ‘Big Three’ tendría la opción de ejercer una opción para convertirse en agentes libres.
Dos títulos de la NBA, cuatro Finales, dos Jugador Más Valioso en Finales y tres JMV en temporada regular después, el trío de ases decidió finalmente salir a la palestra de la agencia libre.
Y aquí estamos. Ante la duda de si se trata de la disolución de una era, de una estrategia para desahogar las cuentas de la franquicia o ante tres jugadores (cuatro con Haslem) que quieren cambiar de aires y mantener (o mejorar) buenos contratos.
El análisis debe llegar por partes, de manera individual. Cada caso es un mundo en lo que parece la disolución definitiva de los tres mosqueteros de Miami, todo ello envuelto en un manto de récord. El Heat tendrá un espacio salarial casi total de cara a la agencia libre. Tan solo tiene asegurados al recién drafteado, Shabazz Napier, a Chris Andersen (1.4 millones de dólares) y Norris Cole (2.1 millones de dólares) por lo que tienen un margen de movilidad de casi 60 millones de dólares.
Las opciones son muchas considerando que tres de los cuatro jugadores más jugosos que saldrán al mercado a partir de la madrugada del 30 de junio al 1 de julio han sido del Heat. La posibilidad de que vuelvan a firmar por la franquicia existe y encuentra su sentido en la flexibilidad de la gerencia para crear un plantel competitivo. Podrían regresar con un salario reducido y un mayor número de años.
¿LeBron y Carmelo juntos?
Algunas teorías hablan de la posibilidad de que los tres opten por congelar sus sueldos en 15 millones de dólares anuales por un periodo de cinco años. Pero es aquí donde hay que separar a los tres grandes y verlos de manera individual.
Según reporta el Miami Herald, Bosh estaría incluso considerando la posibilidad de firmar con Miami un contrato de cuatro años por 60 millones de dólares (15 anuales). En el caso de Wade esa opción sería difícil de llevar a cabo por la regla de los jugadores mayores de 36 años edad.
Pero el que más preocupa es LeBron. Sin duda se trata de la piedra angular del Heat (y de cualquier equipo). Él lo sabe y será suya la decisión de o bien sacrificar parte de su salario para permanecer en la saga miamense (el Heat le puede ofrecer una máximo de 130 millones de dólares por cinco años) sacrificar tal sueldo y seguir en el equipo, o contar con un sueldo intermedio y cambiar de aires.
¿Seguirá el “BigThree”?
Si LeBron James no se sacrifica por Miami, será difícil configurar una plantilla tan competitiva como la de los últimos años. Si lo hace, la gerencia podría traer incluso a Carmelo Ánthony en lo que sería la sonrisa más grande que la vida le haya dado al Heat en mucho tiempo. Tener al exjugador de los Knicks de Nueva York y al ‘Big Three’ sería el sueño de cualquier gerente general, pero para que eso sucediera, los cuatro deberían hacer un sacrificio económico en pro de potenciales títulos.
Suena difícil que eso suceda pero sin duda sería uno de los mayores logros de una franquicia en la historia de la NBA. Mientras tanto, el resto de las franquicias se frotan las manos y preparan sus discursos para convencer al uno, al otro, al siguiente, al de más allá o a todos a la vez.
Se vienen días de teléfonos al rojo vivo y reuniones por doquier.
Gonzalo Aguirregomezcorta
espndeporteslosangeles.com