El incidente se saldó sin mayores inconvenientes para el cantante, que se comprometió a disminuir el volumen de la reunión después de hablar con la policía
El último encontronazo del cantante Justin Bieber con la justicia se ha producido este martes cuando las fuerzas del orden se presentaron en su exclusivo apartamento de Beverly Hills después de recibir una queja por el alto volumen de la música que salía de la vivienda, donde la estrella estaba celebrando una fiesta con varios amigos.
En esta última ocasión, el incidente se saldó sin mayores inconvenientes para Justin, que se comprometió a disminuir el volumen de la reunión después de hablar con la policía, según informa el portal TMZ.
Sin embargo, los agentes tuvieron que regresar en una segunda ocasión al recibir una nueva llamada, esta vez motivada por las molestias que estaban causando a los vecinos los gritos de algunas admiradoras del cantante, que se habían reunido en los alrededores de la residencia, presumiblemente con la esperanza de poder ver a su ídolo.
Aunque el joven canadiense se mudó hace tan solo un mes a su nueva vivienda, esta no ha sido la primera ocasión en la que la policía recibe quejas por su comportamiento. Recientemente los vecinos contactaron con la HOA (Home Owners Alliance – asociación que defiende los derechos de los propietarios de inmuebles) para denunciar el exceso de ruido y el uso de marihuana en el domicilio del cantante, protesta que llegó a las autoridades.
Agencias