El exlíder del partido conservador fue interrogado como parte de una investigación penal en relación a las acusaciones de que recibió 50 millones de euros (67 millones de dólares) en fondos de campaña ilegales del fallecido dictador libio Moamar Gadafi hace varios años
El expresidente Nicolas Sarkozy acusó al sistema penal de Francia de tratar de destruirlo después de que fuera acusado en una investigación por corrupción.
El exlíder del partido conservador fue interrogado como parte de una investigación penal en relación a las acusaciones de que recibió 50 millones de euros (67 millones de dólares) en fondos de campaña ilegales del fallecido dictador libio Moamar Gadafi hace varios años.
Sarkozy dijo a la televisora TF1 TV y Europe-1 en una entrevista transmitida el miércoles que fue detenido un día antes en las oficinas de la policía de París por «un deseo de humillarme».
Negó las acusaciones y dijo que «parte del sistema penal está siendo usado para fines políticos».
El caso surge mientras el político de 59 años trata de volver al centro de la política junto a su debilitado partido UMP.
Horas antes, el auto del expresidente salió en plena noche del estacionamiento del tribunal, en un recuerdo televisado de cuántos miembros de la elite política francesa deben responder por sus fechorías cuando estaban en funciones.
El dirigente de derechas, que intentaba regresar a los primeros planos políticos al frente de su partido UMP, había pasado horas en un interrogatorio judicial. Su abogado, Thierry Herzog, y el magistrado Gilbert Azibert también fueron interrogados.
Sarkozy está acusado de acudir a sus aliados políticos para obtener información acerca de una serie de investigaciones vinculadas con finanzas de campaña. Ha rechazado enérgicamente las acusaciones.
«La situación es grave. Los hechos son graves», dijo el primer ministro francés Manuel Valls a la televisora BFM. «Pero como jefe del gobierno, pido que recordemos la independencia del sistema judicial, que debe realizar su tarea serenamente. Que nadie está por encima de la ley es el segundo principio. Y tercero, es importante recordar la presunción de inocencia».
El centro de las investigaciones es la denuncia de que Sarkozy aceptó 50 millones de euros (67 millones de dólares) en fondos de campaña ilegales del entonces dictador libio Moamar Gadafi. No se lo ha condenado por ello.
Valls dijo que la investigación era realizada por una nueva fuerza a cargo de delitos financieros independientemente del gobierno socialista, que derrotó a Sarkozy en las elecciones de 2012.
«Es un hecho más que erosiona la imagen de la clase política porque da la imagen de un grupo todopoderoso que cree estar por encima de la ley», dijo Jean Garrigues, especialista en historia política en la Sorbona.
Los abogados de Herzog y Azibert dijeron que les formularon cargos preliminares de tráfico de influencias.
Tras una mayor investigación, los jueces determinarán si existen méritos para realizar un juicio. AP
«Soy víctima de un proceso
grotesco y de jueces políticos»
Nicolás Sarkozy no solo se lanzó ayer al contraataque tras su imputación por corrupción, sino que sugirió más claramente que nunca su probable regreso a la primera línea política desde que abandonó el Elíseo. En defensa de su inocencia, y tildando el proceso que está sufriendo de “humillante” y “grotesco”, el expresidente de la República puso en duda la imparcialidad de la justicia y atacó con vehemencia tanto a su sucesor François Hollande como al primer ministro Manuel Valls.
En una entrevista exclusiva a TF1 y Europe 1, y tras casi dos años de silencio, Sarkozy acusó a parte de la justicia francesa de responder a intereses políticos y de buscar con su inédito proceso (es la primera vez que un expresidente es detenido para testificar) el único objetivo de difamarle. Con sus declaraciones, Sarkozy acelera el calendario político galo. “Veo con consternación la situación de Francia y la inquietud de los franceses”, afirmó para añadir que al final de agosto decidirá sobre su futuro.