Un hombre que fue tesorero, asesor y amigo de Ernesto ‘el Che’ Guevara llega a Venezuela a asesorar al presidente, Nicolás Maduro, en una «revolución dentro de la revolución».
Se trata de Orlando Borrego, un cubano que cuando tenía 21 años entró a las filas del frente que lideraba el líder revolucionario argentino en las montañas de la isla, hace poco más de medio siglo.
Después del triunfo de la revolución cubana, en 1959, Borrego se convirtió en uno de los hombres fuertes dentro del gobierno cubano, sobre todo en el ámbito económico.
Y ahora, que Venezuela se encuentra en la peor situación económica en décadas, con una inflación del 60% y un desabastecimiento de productos cada vez más alto, el exguerrillero y hoy profesor de economía viene a ayudarle a Maduro a recomponer sus fichas para hacerle frente a la crisis.
«Borrego fue un funcionario leal y como persona es muy buen tipo, consagrado a los principios de la revolución socialista, e incorruptible», le dice a BBC Mundo el biógrafo de Guevara, el estadounidense Jon Lee Anderson.
Renovación en tiempos de crisis
El gobierno de Maduro pasa por un momento definitorio, no solo porque la economía está en camino a una recesión, sino porque varios de los más cercanos asesores del expresidente Hugo Chávez se han convertido en los críticos más acérrimos del heredero de la revolución venezolana.
A tres semanas del congreso del partido de gobierno, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), las bases del chavismo parecen estar divididas entre bloques, algunos más radicales que otros.
La división venía de meses atrás, pero una dura carta escrita por el saliente ministro de Planificación, Jorge Giordani, quien fuera el arquitecto del modelo económico socialista instalado por Chávez, dejó ver las grietas.
Maduro y sus partidarios respondieron a las críticas con un llamado a la lealtad y anunciaron una reestructuración del gobierno, para la cual el cubano Borrego ha sido elegido como cerebro.
«Orlando Borrego (…) está incorporado para hacer una revolución total y profunda en la administración pública y en la administración del estado», dijo Maduro el martes en su programa de radio y televisión.
Y, con ello, los rumores sobre las rotaciones ministeriales se han disparado.
De campesino a guerrillero a ministro
Borrego, también conocido como «Vinagreta», nació en el estado oriental de Holguín, en Cuba, como el séptimo hermano de una familia cuyo padre era taxista y madre, profesora.
Cuando joven trabajaba por las noches después de estudiar contaduría, hasta que se enfiló en el frente de Guevara en las montañas de Escambray.
En el libro de Anderson Una vida revolucionaria, Borrego dice que más que socialista o comunista, su devoción era por líderes revolucionarios como Castro y Guevara.
«Queríamos una revolución que fuera justa, que fuera honrada, en función de los intereses del país, pero de comunismo nada», le dijo al periodista de la revista The New Yorker.
Socialista crítico
Ya con Castro en el poder, Borrego fue nombrado asesor de Guevara en el ministerio de Industrias.
Antes de salir a Bolivia, donde murió a manos del ejército de ese país, ‘El Che’ le dejó encargada a Borrego su famosa crítica de la política económica soviética, un libro que según Anderson «Fidel no lo dejó publicar hasta años muy recientes».
Tras la muerte de Guevara en 1967, Borrego estuvo en varios ministerios en cargos directivos, entre ellos el de Azúcares.
Y fue ahí cuando Castro lanzó, en 1970, su proyecto de las 10 zafras para reimpulsar la entonces empobrecida economía cubana, que consistía en concentrar la manufactura en la producción de 10 millones de toneladas de azúcar.
«El entonces viceministro Borrego se le encaró a Fidel, le dijo que eso era una locura, que el país no estaba preparado para eso», le dice a BBC Mundo un periodista cubano que pidió no revelar su identidad.
«¿Y cuál fue la consecuencia? Lo pulverizaron, hasta en la prensa se mofaban de él», cuenta.
El proyecto de las 10 zafras finalmente no cumplió los objetivos: produjo 8 millones de toneladas.
Y últimamente Borrego, de 78 años de edad, se ha dedicado a escribir y dar clases.
Aunque también, según Anderson, «en los últimos años ha sido infrautilizado como asesor de los ministros de transporte y de turismo».
Y añade: «Es un incondicional cuadro de la revolución. Es cercano a Fidelito, el hijo mayor de Fidel, así como a Raúl (Castro) mismo».
Un incondicional de la revolución cubana que viene a Venezuela, según Maduro, a hacer una revolución dentro de la revolución bolivariana.