Desde ya y en el sitio de empleo, se pueden tomar acciones para que, en conjunto, como empleados, y sin esperar por el patrono, se aporte un granito de arena a la conservación del planeta
Nuestro lugar de trabajo se convierte en ese espacio en el que pasamos
gran parte del día y al menos 5 días de nuestra semana. Se podría decir inclusive que la oficina termina siendo como el “hogar” que nos adopta mientras nos desempeñamos como profesionales.
No es de extrañar entonces que muchos consideren la idea de adornar y
mantener bien presentable al menos el área que delimita la oficina personal. No obstante, se puede hacer algo más, algo que trascienda a los intereses individuales y que de una u otra forma redunde en el bienestar y en la salud de quienes comparten con nosotros largas horas de laborales?
Como se ha abordado a través de esta edición, todos podemos convertirnos en agentes de cambio desde el punto de vista ecológico.
Al fin y al cabo este planeta pasa a ser nuestra casa y es la herencia que le dejaremos a las futuras generaciones. Desde ya y en el trabajo se pueden tomar acciones para que, en conjunto, como empleados, y sin esperar por el patrono, se aporte un granito de arena a la conservación del ambiente.
Campañas de sensibilización
La realización de campañas que muevan la consciencia y sensibilicen a
la población laboral, se pueden convertir en formas sencillas de lograr que cada uno, desde su puesto de trabajo, contribuya en la preservación del ambiente o que al menos se sea más cuidadoso en asuntos como el uso de las luces eléctricas, de los computadores, de los enchufes y hasta de los ascensores.
Por ejemplo, explica el portal Profesiones que las lámparas incandescentes se pueden sustituir por tubos y cilindros de luz ahorradores que ayudan a ahorrar energía y reduzcan el consumo. De este modo se evita el gran impacto que el uso desarrollado de energía ha generado en las ciudades y en consecuencia al planeta.
La falta de cuidado en este aspecto ha facilitado por un lado, actividades humanas, comerciales e industriales de consumo intensivo e ineficiente de energía y por otro lado, el crecimiento desordenado de
las ciudades.
Por ende conviene lograr con actos sencillos y que no quitan nada de tiempo hacer un cambio en este aspecto, apagar las luces al salir de la oficina y si no son necesarias, pues mantenerlas apagadas mientras ejercemos nuestras funciones.
Y si en la empresa hay ascensores y no se labora en un piso muy alto, pueden usarse las escaleras, lo cual sirve además para la actividad física. Si por el contrario la oficina queda en un piso alto, puede compartirse el elevador, en vez de hacer viajes solos que no permiten que otros lo utilicen.
Ahorro de papel
Lo que más sobra en una oficina son los papeles, bien sea los recibidos como aquellos que se imprimen. Sin embargo, es importante pensar en el ahorro de este recurso.
Para la elaboración de las hojas que comúnmente se usan en las oficinas, deben talarse centenares de árboles, lo que reduce hasta la capacidad de respirar que podamos tener los seres humanos. Esto encierra una gran verdad: hay vidas en juego. Se trata de algo serio.
Por ello puede pensarse en en reciclaje del papel. Pueden utilizarse ambas
caras de la hoja.
Modo infalible
No contaminar es un modo infalible de proteger el ambiente, y esta premisa puede trasladarse al lugar de trabajo. Una manera de hacerlo es evitar la acumulación de basura que incremente las posibilidades de dañar el ambiente. También se puede colaborar cuidando recursos como el agua. Si hay botes en sanitarios o averías de consideración, conviene que lejos de atribuir esta responsabilidad al patrono (que tiene el deber primario de atender estos asuntos), se organicen los trabajadores y coordinen las medidas para solventar el desperdicio o la pérdida del preciado líquido, cuya desaparición amenaza el planeta. Las campañas, las actividades y las jornadas que se organicen paraproteger nuestro planeta desde el lugar de trabajo, dependerán del ramo en que nos desempeñemos. Pero prescindiendo de ello, no hay que olvidar que todos, en conjunto y como seres humanos, más que como empleados, podemos alcanzar grandes objetivos para ayudar al medio ambiente.
Yohadi Arteaga
yohaarteaga@gmail.com