Los aeropuertos, nacional e internacional de Maiquetía tienen muchas fallas, una de ellas y quizá la más importante es la relacionada con la seguridad
A partir de ahora los pasajeros que hagan uso del aeropuerto nacional e internacional de Maiquetía pagarán una tasa por respirar aire acondicionado con ozono. La medida representa el cobro de una unidad tributaria (Bs 127) que se cargará al boleto aéreo con el impuesto de salida que recauda la gobernación de la entidad. Es decir, hay que sumarle al impuesto nada más y nada menos que 127 bolívares por respirar aire con ozono.
Hay más preguntas que respuestas en relación a esta medida. Primero que nada: ¿qué hará la gobernación del Estado Vargas con el dinero recaudado? ¿A cuánto asciende el costo por concepto de equipos y mantenimiento del moderno sistema de aire acondicionado con ozono? ¿Qué empresa resultó favorecida, se hizo licitación? Saquemos cuenta, extraoficialmente 30 mil pasajeros se trasladan diariamente por los aeropuertos, nacional e internacional, multiplicando esta cifra por 127 bolívares (UT) por 365 días del año, da un total de: un mil trescientos noventa millones, seiscientos cincuenta mil (1.390.650.000) bolívares fuertes, de recaudación anual.
De acuerdo a información ofrecida por el Instituto Aeropuerto Internacional de Maiquetía el organismo inició el proyecto de ozonización a fin de optimizar la calidad del oxígeno y mantener las instalaciones libres de agentes patógenos. En una nota difundida se argumenta que la ozonización del aire en el aeropuerto nació de una alianza con la Gobernación de Vargas para preservar la salud de los trabajadores, visitantes y pasajeros. ¿Puede preservar su salud un pasajero o un trabajador por respirar aire con ozono por unas horas y luego tener que respirar el aire contaminado apenas salga de las instalaciones? ¿Cuál es el verdadero beneficio?
Los aeropuertos, nacional e internacional de Maiquetía tienen muchas fallas, una de ellas y quizá la más importante es la relacionada con la seguridad. Basta con llegar al estacionamiento para percatarse que no hay vigilancia ni de día ni de noche. Las instalaciones están solitarias, cuando hacemos uso de ellas salimos prácticamente corriendo ante el temor de ser despojados de nuestras pertenencias, sobran los testimonios de los que han sido víctimas del hampa.
Otro tema importante es la situación de los baños que en muchas oportunidades no lucen la pulcritud deseada. El servicio de correas de equipaje es deficiente, las escaleras mecánicas no siempre sirven. Definitivamente la tasa que hay que pagar por respirar ozono es exagerada, ojalá que el destino de los fondos sea reinvertirlos en mejorar la mermada calidad del servicio. Hasta ahora es una interrogante.
*Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
Noel Álvarez *
Twitter: @alvareznv