Socorristas de El Salvador habían llegado para ayudar pero se marcharon el sábado y solo quedan los guatemaltecos ayudando a los hondureños. Se descartó la llegada de chilenos al disminuir la posibilidades de rescatarlos con vida
Los socorristas que intentan rescatar a ocho obreros atrapados en una mina de oro en Honduras cambiaban el domingo su estrategia de búsqueda, aunque con pocas esperanzas de encontrar vida.
El encargado de dirigir las operaciones, el geólogo Aníbal Godoy, dijo a la AFP que este domingo «hicimos la exploración en otro túnel que es más seguro» y que será reforzado colocando madera en el techo para prevenir derrumbes mientras entran los rescatistas hondureños y salvadoreños.
«Cinco mineros y seis bomberos entraron al túnel y sí ofrece mayor seguridad» que el otro por donde el viernes se sacaron a los tres sobrevivientes, añadió.
El accidente se produjo el miércoles después del mediodía al derrumbarse uno de los túneles de las minas artesanal de oro en San Juan de Arriba, municipio de El Corpus departamento de Choluteca, 160 km al sur de Tegucigalpa.
Difícil encontrar vida
Tres de los once mineros lograron salir con vida el viernes después de un rescate desesperado en el que los socorristas sacaron tierra y piedras con sus propias manos porque si utilizaban maquinaria podrían propiciar más derrumbes.
Al ser contratado por el gobierno para dirigir las operaciones de rescate, Godoy se reunió el sábado con los mineros que conocen los túneles, más de 80 que perforan la elevada montaña, para elaborar un mapa de cómo se cruzan entre sí en las profundidades de hasta 300 metros. Así identificaron un boquete por donde entrar con mayor seguridad.
Pero el experto reconoció que es «difícil» encontrar con vida a los trabajadores cinco días después del derrumbe.
Los otros ocho «nos decían que les ayudáramos a salir pero nosotros casi no podíamos ni movernos», dijo uno de los rescatados, Bayron Maradiaga, al diario El Heraldo que lo entrevistó en la clínica en la ciudad de Choluteca.
AFP