El mundial de football ha sido una guerra de patadas con emoción y alegría en paz.
Cesáreo José Espinal Vásquez e-mail: cjev@cantv.net
En el siglo XX, la primera y segunda guerra mundial, Corea, Vietnam, el muro de Berlín, dictaduras en América Latina, la guerra del golfo, guerras en África, Yugoslavia, Medio Oriente, Cuba y el bloqueo, invasión militar e ideológica del socialismo marxista, las fuerzas armadas de liberación en Colombia (FALN, ELN); las Malvinas y tantos conflictos por guerrillas, secuestros, protestas, presos, desparecidos, asesinatos, magnicidios, trafico de drogas, capitalismo neo–liberal y salvaje, socialismo marxista, estatista y subyugante, personalismos en el poder Perón, Stroessner, Rojas Pinilla, Pérez Jiménez, Pinochet, Noriega y otros, ha sido la historia política de la humanidad en el siglo pasado y lamentablemente presente en el siglo XXI.
Todas las doctrinas e ideologías son buenas en la medida de la comprensión y el respeto al derecho ajeno, pero desnaturalizadas en sus propósitos causando dolor y llanto a la humanidad. La segunda guerra mundial fue causa de la paranoia de Adolfo Hitler con la justificación de “hacer patria”; lo mismo fue Stalin y el comunismo concentrando el poder en la cúpula del gobierno y Fidel Castro. Las tiranías militares, la democracia capitalista, neo-liberal y salvaje como el socialismo subyugante, marxista y estatista han propiciado conflictos bélicos.
Son las patadas políticas de ambiciones aberrantes explotando al pueblo bajo la estigma del “tonto útil” para el abuso del poder en todas sus magnitudes, secuestrado a la manera del síndrome de Estocolmo y en definitiva aun entre sus mismos copartidarios llevarlos a prisión y execrarlos en el síndrome de Trotsky.
La gente, toda la gente, sin exclusiones anhela convivir en paz en un Estado de Derecho Justo. Es el ideal social, elevando su calidad de vida, superando las adversidades, ser dueño de lo suyo, tener iniciativa propia. “Ser el amo de mi destino y el capitán de mi alma” (Poema: Invictus- William Ernest Henley-1875)
El mundial de football, ha unido fanáticos de todas las tendencias políticas aupando a su equipo, aplaudiendo o entristecidos, bailando y llorando, pero en el fondo fue un gran carnaval de paz, Es la guerra de las patadas.