En los últimos tres meses, Máicer Izturis ha mantenido la misma rutina. Una operación en su rodilla izquierda le tiene en plena rehabilitación. Todas las mañanas acude a la cita médica en búsqueda de avanzar en tan difícil trance. Este jueves al regresar a casa se encontró con una noticia que trastocó esa rutina: su madre le notificó que los Cardenales de Lara lo acababan de adquirir en medio de un cambio con los Tiburones de La Guaira.
“Mi mamá y mi hermano César están de visita aquí en los Estados Unidos. La alegría por la noticia fue inmensa.
Después de tantos años se dio y es muy grato saberlo. Una tía en Venezuela escuchó la información por la radio y de inmediato le avisó a mi madre. A los pocos minutos me llamó Carlos Miguel Oropeza y la gente de los Tiburones. Estoy contento y espero, Dios mediante, defender la camisa de Cardenales con respeto y profesionalismo como lo hice con los otros equipos de Venezuela”, dijo el utility, quien jugó para Leones, Bravos, Caribes, Pastora y Tiburones.
La alegría de la familia Izturis no puede ser completa ya que Maicer aún no sabe en qué momento puede uniformarse en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. “La lesión en la rodilla fue en el dogout de los Orioles de Baltimore.
Había llovido y resbalé por las escaleras. Ayer (miércoles) se cumplieron tres meses de la operación. Ha evolucionado favorablemente. El doctor que me operó en New York me dijo esta semana que sí todo sale bien a finales de noviembre o diciembre estaría listo para jugar sin restricción. Entre septiembre y octubre comenzaría a buscar agilidad, tomar rollings, y hacer cosas propias de beisbol. Espero que sea así”, comentó esperanzado el utility.
La idea de jugar con su hermano César le seduce desde el mismo día que firmó contrato para el profesional. Ese sueño aún debe esperar por la aprobación de su actual equipo los Azulejos de Toronto. “Desde que firmamos la gente nos comentaba que debíamos jugar juntos. Eso escapa a nuestro control. Mi papá es el más cardenalero de todos. Ahora podrá disfrutar a sus hijos con Cardenales. Hace poco hablé con uno de los gerentes de Toronto y ellos quieren que me concentre en mi recuperación. Al llegar el momento y sí todo marcha bien con la rodilla, tocaremos el tema. Me queda un año más de contrato y seguramente me quieren listo para entrenamientos primaverales. Espero jugar con Lara es una motivación más en estos días de tratamiento”, advirtió Izturis.
El larense trabaja con afán para recuperarse lo más pronto posible. Para eso mantiene y una rutina de 8 de la mañana a 1 de la tarde sin falta y con constancia. “Las terapias son en el complejo de Toronto en Dunedin. Me colocan ultrasonido, masajes con corriente para ir desinflamando la rodilla. También me colocan laser, hago 20 minutos de bicicleta, sentadillas con mi peso corporal, luego a la piscina, hielo y varias cosas más. Por la tarde y ya en casa me mandan a colocar hielo con una máquina. Debo hacerlo a diario y es la única manera de avanzar”, comentó.