El pasado 17 de julio se cumplieron 77 años del nacimiento de un intelectual venezolano de excepción: reconocido por haber transformado el género de la telenovela en el país, Cabrujas fue autor de los guiones de las obras más conocidas internacionalmente, entre ellas “La Señora de Cárdenas”, “La Dueña” y “La Dama de Rosa”
“El peor error de una revolución es considerarse a sí misma absoluta”. Esta frase pertenece a José Ignacio Cabrunas, quien dejó una marca importante en el teatro venezolano del siglo XX, al destacarse como director de obras de dramaturgos venezolanos, además de ser autor de piezas invalorables de las tablas venezolanas.
Como escritor, Cabrujas siempre calificó con ironía al gobierno de turno, sin embargo, sus comentarios bien podrían adaptarse a la situación política actual. Su sentido crítico sobre Venezuela, los venezolanos y nuestros políticos, dejó una huella en la literatura nacional, marcada por el humor y el sarcasmo.
El país de Cabrujas
Este dramaturgo, actor y escritor venezolano nació en Catia el 17 de julio de 1937 y murió en Porlamar el 21 de octubre de 1995. Es considerado el artífice de un nuevo formato de la telenovela en Latinoamérica, en el que la realidad cotidiana queda expuesta en primer plano, con cierta dosis de ironía, emociones fuertes, lenguaje coloquial, humor regional y mucha inteligencia.
Se destacó en el campo de la prensa, redactando artículos que retrataban el sentir venezolano de una forma pintoresca. Estudió Derecho en la Universidad Central de Venezuela, pero luego de participar en varias obras de teatro, se dio cuenta de que su verdadera vocación era la actuación. Debutó como actor en el Teatro Universitario, haciendo el personaje Esref en “Leyenda de amor” en 1959.
Ese mismo año, representó el papel de Cesáreo en “Noche de Reyes” de William Shakespeare y León Felipe. También actuó en las obras “Pozo Negro” y “El Sombrero de paja de Italia”. En el seno del TU, tuvo la oportunidad de emprender el camino de la dramaturgia, al escribir “Juan Francisco León”, obra en la que realiza las primeras indagaciones sobre la historia y la idiosincrasia venezolana.
En los ´70, creó el Teatro de Artes de Caracas. En ese período, se sumergió de lleno en la escritura de guiones tales como “Los Insurgentes” (1961), “Triángulo” (1962), “En nombre del Rey” (1966) y “Testimonio” (1967). En algunas de estas piezas trabajó junto a Román Chalbaud e Isaac Chocrón.
En 1971, se estrena la obra teatral “Profundo” y entre 1972 y 1973 produjo, dirigió y narró, en la Radio Nacional de Venezuela, el programa “Opera Dominical”, transmitido por la mencionada emisora y al cual se imprimió dos de sus principales cualidades: su profunda cultura y su humor irreverente.
En 1974 escribió crónicas en el semanario Punto en Domingo, publicación dirigida por Manuel Caballero y Luís Bayardo Sardi, utilizando el seudónimo de Sebastián Montes, con el cual también firmaría en los primeros números de “El Sádico Ilustrado” que empezó a circular en septiembre de 1978.
En 1978 dirigió “El acompañante de Chocrón” y al año siguiente fue estrenada “El Día que me Quieras”, basada en el famoso tango argentino, con él como director e intérprete del personaje Pío Miranda. Sus mayores éxitos empezaron a vislumbrarse al escribir guiones para telenovelas, tradición que mantuvo por 20 años.
“La Señora de Cárdenas”, protagonizada por Doris Wells y Miguel Angel Landa, fue la primera en causar revuelo entre el público venezolano, junto a “La Dueña” con Amanda Gutiérrez y Daniel Alvarado y “La Dama de Rosa” con Jeannette Rodríguez y Carlos Mata, siendo ésta última la primera en obtener un notable éxito internacional.
Cabrujas nunca ocultó su vehemencia, su compromiso intelectual y sus ideales políticos. Era fiel seguidor del MAS y exponía a través de sus escritos y entrevistas, sus opiniones sobre los asuntos públicos del país. Colaboró en múltiples ocasiones en los periódicos El Nacional y El Diario de Caracas (donde publicaba semanalmente la columna “El País según Cabrujas”), en los que trató temas relacionados a la corrupción, la identidad nacional y la libertad de expresión, entre otros.
En el año 1988 le fue otorgado el Premio Nacional de Teatro. Muchas de sus obras teatrales fueron llevadas a la pantalla grande, entre ellas “Una Noche Oriental” y “El Día que me Quieras”. Dirigió la obra “El Pez que Fuma” y “Sonny”, su último montaje que trataba sobre la vida del boxeador venezolano Víctor Sonny León. De igual forma, contribuyó en el guión del largometraje de Carlos Azpúrua, “Amaneció de Golpe”.
Entre los años 1992 y 1993 dictó clases en la Escuela de Arte de la Universidad Central de Venezuela, en la cátedra de escritura de guión para cine y televisión. Así pasó sus últimos días este artífice de las tablas y el papel, del que queda el legado artístico con el cual pretendió remover la conciencia del país y que aún hoy se deja sentir.
Poema a Caracas
****“No hay fanfarrias solemnes” tituló Cabrujas un poema dedicado a la ciudad que lo vio nacer
“Conviene recordar a veces
Que se trata de un valle y de unas gentes
Y de un lugar de paso
Que nadie vino a quedarse demasiado
Porque todos los carteles que medían la distancia
Hablaban de exilio y mientras tanto
Que las casas se entendían en los planos
Con esa facilidad de los cuadrados
Que no hubo un ser con imaginación de triángulo
Que fue un lugar de obstinados terremotos
Que Catedral fue un por decir y no una torre
Que eran hombres de prisa
Y que cualquier constancia partió de una derrota
Conviene recordar que fue ciudad de locos
Al norte de una empresa
Que entrar en ella era bajar de la montaña
Y que todo iba a ser mejor mañana
Que una cosa antes de ser, se parecía
Así la gente, así la música
Así esta historia
Siempre al norte, mientras tanto y por si acaso”
Edda Pujadas
Twitter: @epujadas