La información de los servicios de inteligencia norteamericana y varios audios de conversaciones de rebeldes no dejan lugar a muchas dudas sobre la responsabilidad del Kremlin
Cuatro días después del derribo del vuelo de Malaysia Airlines sobre Ucrania, la investigación sigue obstaculizada por la actitud de los separatistas prorrusos, que impiden el acceso al lugar de los investigadores internacionales y se niegan a entregar las cajas negras del avión.
No obstante, las pruebas sobre la responsabilidad del gobierno ruso de Vladimir Putin se acumulan en dos frentes: el de la lógica, tras el comportamiento de los prorrusos ucranianos y el del propio Kremlin; y el de la información de los servicios de Inteligencia que, según el gobierno de Estados Unidos, demuestra el papel de Rusia en el derribo del vuelo comercial.
El sábado (dos días después del ataque al avión) una fuente del Pentágono afirmó que Washington tiene pruebas de que Rusia suministró este mismo mes lanzaderas de misiles tierra-aire de largo alcance a los separatistas ucranianos; también hay imágenes de Inteligencia que muestran los esfuerzos por mover ese material bélico en la frontera para devolverlo a Rusia, después del derribo.
Imágenes del lanzamiento
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, afirmó el domingo en la CNN que la Inteligencia norteamericana tiene imágenes del lanzamiento de un misil desde el este de Ucrania, que siguió la trayectoria del vuelo comercial del avión de Malaysia. También se refirió a vídeos subidos a internet en los que se ve un vehículo con una lanzadera de misiles SA-11 atravesando dos localidades del este de Ucrania en poder de los rebeldes.
Kerry dice tener pruebas de que fuerzas rusas entrenaron a los separatistas ucranianos en cómo usar los misiles antiaéreos SA-11, y de que “un importante suministro de armas” atravesó el mes pasado la frontera entre Rusia y el este de Ucrania.
La Embajada de EE.UU. en Kiev dijo que los analistas de Inteligencia norteamericanos han confirmado la autenticidad de un audio, en el que se escucha la conversación entre rebeldes prorrusos en la que se ufanan de haber derribado un avión militar de transporte ucraniano, momentos después de la explosión del avión comercial malasio con 300 personas a bordo.
Los servicios de seguridad ucranianos dieron a conocer ayer otro audio, en el que se supuestamente varios líderes rebeldes hablaron el viernes pasado de la importancia de “mantener las cajas negras lejos de los investigadores internacionales”.
Los gobiernos de Malasia, Holanda (gran número de pasajeros asesinados son de esa nacionalidad) y varias capitales europeas se han unido a Kiev y Washington en la crítica contra los rebeldes prorrusos por impedir el acceso de los especialistas internacionales al lugar, haciendo así imposible la “integridad del escenario del crimen”
Agencias.