Aceptemos la realidad de que, en partidos preparatorios, el resultado no es lo prioritario. Sin olvidar aquello de que -entre otras cosas- siempre es buen ganar “porque mejora la autoestima”. Lo sustantivo, en topes como los que la selección venezolana de baloncesto ganó en Barquisimeto y Puerto La Cruz, es cómo trabajan los jugadores, cómo responden a la realizado en entrenamientos y cómo reaccionan ante las dificultades que pone el contrario de turno y los ajustes realizados por la dirección técnica.
En tal sentido, hay que darle un aprobado al grupo manejado por Néstor García. En los partidos en Madrid, y ahora en las dos competencias, fue palpable la asimilación de conceptos, la puesta en práctica de lo que significa la base de un cuadro cuya mayor debilidad es la fuerza en los tableros: defensa agresiva controlada, capaz de complicar el manejo y aportar posesiones, desarrollo preciso de los rompimientos y, en el ataque ponderado, mucha responsabilidad en el manejo del balón para evitar pérdidas y la selección de las mejores opciones de lanzamiento.
Lideraron la puntuación -como era de esperarse- jugadores del perímetro como Jhornan Zamora, Grégory Vargas, David Cubillán, José Vargas… Alli cuenta, por supuesto, la habilidad individual, pero viene siendo notorio cómo esa virtud es potenciada por el apoyo del sistema, desarrollado con la indispensable disciplina táctica. Porque -y he allí que se destaque el desenvolvimiento del grupo- ha calado la exigencia de priorizar el colectivo en una confrontación que, como dijo García, tuvo alto nivel, al estilo europeo.
En el último partido, ademas, los venezolanos mostraron otra virtud importante: la capacidad para cerrar, superando en el último cuarto las dificultades que opuso el fuerte elenco brasilero. Además, el equipo ganó sus dos series en Venezuela, donde concluyó 5-0, luego del 1-1 en Madrid.
Cero confianza
Ojo, todo lo anterior no supone abrir campo al triunfalismo. Se trata, en justicia, de reconocer que se anda en buen camino. Porque los fundamental viene ahora, y como es de esperarse habrá complicaciones. Brasil, aun derrotado dos veces, mostró el oficio de sus jugadores y su buen nivel. Será, sin dudas, uno de los aspirantes. Lo mismo puede decirse de Argentina, el mejor del área en los últimos tiempos y con una base capaz de presentarse altamente competitivo, quedando Uruguay como tercero en ese orden.
Es decir, será preciso mostrar los mismos recursos. Y hasta más, pues a pesar de la LPB y otros fogueos internacionales de los jugadores, la ruta hacia el título tiene obstáculos y se encontraran rivales de buen jugar, de estrategias exigentes. Dicho esto como un alerta, especialmente para el aficionado común, que a veces se deja llevar por los números.
Doce a Margarita
Ayer la Federación Venezolana de Baloncesto anunció los 12 jugadores que viajarían a Margarita, donde hoy -dijo García- harán el anuncio del plantel que será inscrito para el suramericano. Ello porque el grupo no incluye a Greivis Vásquez y Donta Smith, quienes de participar lo harían sin haber entrenado con la preselección (por razones harto conocidas), y sobre los cuales el boletín del organismo no hizo mención alguna.
Los jugadores son los exteriores José Vargas, Gregory Vargas, Heissler Guillent, Jhorman Zamora, David Cubillán y Jesús Centeno, los centros y alas Miguel Marriaga, Luis Bethelmy, Néstor Colmenares, Luis Valera, Miguel Ruiz y Windi Graterol.
Armando Naranjo
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