Los que creemos en la democracia debemos entender que incluso dentro de la mesa de la unidad deben existir divergencias; sin embargo, dada la grave crisis que vive el país desde el punto de vista económico, político, social e incluso ético, Venezuela exige de nosotros lo mejor, cumplir con nuestras tareas, llevar propuestas y elevar la voz de protesta al observar el despeñadero hacia donde nos enrumban las políticas públicas del gobierno de turno.
Hay situaciones y derechos concretos los cuales son irrenunciables como por ejemplo el derecho a la protesta, que en Venezuela en la actualidad tenemos 45 muertos, más de 3.300 libertades restringidas, heridos, torturados y desaparecidos, todo ello producto de un planteamiento ajustado a la constitución llamado la salida constitucional como todos sabemos; no obstante, a partir del 12 de febrero día de la Juventud, se desencadenaron una serie de hechos ya descritos, originados por protestas y represión brutal del gobierno, por lo cual el líder político Leopoldo López se entregó señalando “si mi encarcelamiento contribuye con la luz y despertar, habrá validos la pena”. A López lo incomunicaron, y continúa la presión y persecución en contra de Carlos Vecchio, Antonio Rivero, Enrique Sierra y otros activistas del partido Voluntad Popular, el cual el gobierno ha pretendido satanizarlo e incluso ilegalizarlo.
Hoy más infelices declaraciones personales ha propinado el secretario adjunto de la mesa Ramón José Medina, quien irresponsable y cobardemente señaló en un programa de TV que no tenía ningún plan para sacar a Leopoldo López de la cárcel. El señor Medina no representa al país, ni siquiera a la oposición, el solo representa los intereses económicos de algunos sectores.
El país de hoy requiere soluciones, propuestas a la crisis, no mezquindades e intereses personales, mucho menos convalidaciones a las brutales represiones que ha realizado el gobierno de Nicolás Maduro; triste papel de cobarde de este personaje de la MUD, sería interesante que se colocara en la posición de López para ver qué respuesta daría desde ese escenario.
La unidad es una necesidad que debemos proteger aún con divergencias. La crisis genera oportunidades y creemos que es importante elevar un debate sobre el rediseño o relanzamiento de los nuevos poderes del Estado, con inclusión, donde todos se sientan representados.
Los detalles subalternos, egoístas y cobardes de señores como Medina, no tienen seguidores; en virtud de que está convalidando las represiones, muertes y torturas realizadas por el Estado, quien es el que tiene el monopolio de las armas, amén de los colectivos, milicias y el secuestro de los poderes públicos.
La unidad depurada es una reserva, y los nuevos rectores del CNE es impostergable.
Presidente del Comité de los DDHH de la FIA
Ramón Flores Carrillo
Twitter: @liderhumano