“Un terremoto en Caracas puede generar un fenómeno como el que ocurrió en Haití hace cuatro años, esa es la imagen que debemos tener presente, y eso no se está atendiendo”, advierte el experto
Solo hace falta dar un paseo por cualquiera de sus avenidas principales para darse cuenta que Caracas es una ciudad caótica. Algunos pueden pensar que es una consecuencia inevitable de vivir en la metrópoli de un país de casi 30 millones de habitantes en pleno siglo XXI, pero en ningún caso el progreso amerita perjudicar el bienestar de las personas.
Y es el trabajo de Marco Negrón, como el de muchos otros arquitectos y urbanistas, idear ciudades que le hagan la existencia más fácil y placentera a sus habitantes.
Para nadie es un secreto que Caracas está plagada de dificultades: embotellamiento, colapso de servicios, déficit habitacional, conectividad con las ciudades periféricas; en fin, una larga lista de taras que van creciendo a medida que la población capitalina se expande y que, según Negrón, pudieron evitarse en su momento.
-El Gobierno está intentando resolver el problema de Caracas con parches, y eso es un disparate: tiene que haber una visión global de la ciudad, de aquí a 20 años. Lo que pasa es que en este país nos paralizamos más o menos desde los 80 en adelante, a consecuencia de la crisis económica y crisis política que llevó a la destitución de Carlos Andrés Pérez, desde entonces se paralizó el país.
La capital “da pena”
-¿Caracas se ha quedado rezagada frente las capitales del resto del continente?
-Lo que pasa en Caracas da pena cuando se compara con lo que está pasando en América Latina y como han mejorado en los últimos 25 años. Bogotá en los años 90 se le consideraba una ciudad desahuciada, y Medellín era una cloaca, pero aprovecharon que había una fase de crecimiento económico y superaron esa época, y además que su gente ha aprendido a manejar cada vez mejor sus ciudades, mientras, aquí estamos cada vez peor.
-¿Desde cuándo no se planifica el desarrollo de Caracas?
-El último plan de Caracas lo hizo la Oficina Metropolitana de Planificación Urbana (Ompu), en 1983, se llamaba el Plan Caracas 2000. Cuando fueron electos Claudio Fermín y Enrique Mendoza como alcaldes de Libertador y de Sucre, y eso fue un error gravísimo, disolvieron la Ompu. Desde entonces Caracas no tiene quién la piense. Apenas hace año y medio logramos presentar un nuevo plan, que es el de la Alcaldía Metropolitana, el Plan Caracas 2020, y el Gobierno lo ha ignorado.
Una ciudad sin carreteras
-Yo soy de los que cree que el uso del automóvil privado debe ser reducido al mínimo indispensable y ser reemplazado por el transporte público, o incluso con el desplazamiento peatonal. Caracas no soporta más automóviles.
-¿Cuál es el impacto de los carros particulares, siendo que el su número se ha ido aumentando a medida que también aumenta la población en Caracas?
-Del volumen de pasajeros que se desplazan diariamente en la ciudad, solo el 25% lo hace en automóvil, el resto se desplaza por el transporte público o a pie, esto sin contar las motocicletas, que ha aumentado su uso drásticamente. Entonces cómo es posible que los carros sean los que ocupen la mayoría de las vías cuando solo transportan el 25% de las personas. Es algo completamente irracional: se tiene que garantizar un transporte público eficiente y de la mejor calidad posible. Pero lo que ha ocurrido es que se ha ido deteriorando: siguen siendo las mismas camionetas de hace años, cada vez más caras, y el Metro, que es baratísimo, está cada vez peor.
-¿Esta crisis en la movilidad no podría solucionarse con la construcción de nuevas vías?
-Ayudaría, pero es que en materia vial hay un abandono total. Según las estimaciones de los ingenieros viales Caracas necesita en el orden de 300 kilómetros de vías nuevas, siendo esta una ciudad donde no se construyen vías desde el siglo pasado. La única es la que hicieron fue la carretera que va de Caricuao hacia el Junquito, la de Mamera, que hicieron a toda carrera y en víspera de elecciones.
Edificios que se hunden
-La Misión Vivienda ha sido desarrollada con gran irresponsabilidad, y la evidencia más grande es lo que ha pasado en El Morro de Petare. Para peor todo el tema se maneja con un gran secreto, no es posible conocer ni los planos de los edificios, pero por testimonios de ingenieros que los han llamado para que hicieran evaluaciones sabemos que hay edificios que no cumplen con las normas sísmicas, edificios que pueden derrumbarse en un terremoto.
-Con respecto a El Morro, urbanismos que se están desalojando a causa de que fueron construidos en terrenos inestables, aun cuando se había denunciado desde el 2003, ¿algo así podría repetirse?
-En el Morro de Petare se sabía que no se podía hacer ese tipo de construcciones, no es ninguna sorpresa que haya ocurrido; y lo han hecho en otros sectores: en Colinas de Santa Mónica y Colinas de Bello Monte hay otros complejos de Vivienda Venezuela con vialidad insuficiente, pero que además se hicieron unos terrenos en los que no se había desarrollado antes por presentar problemas de inestabilidad. Hay puede ocurrir cualquier cosa. Pero no son solo por los terrenos que pasan estas cosas: tenemos informaciones extraoficiales, porque lamentablemente no se puede conseguir información oficial, de que en Ciudad Tiuna deberían demolerse varios edificios que fueron construidos debajo de la norma.
-Y a pesar de haber indicios tan preocupantes al respecto, ¿me va a decir que las autoridades no han hecho nada al respecto?
-En estos días aparecieron unas declaraciones del ministro (de Vivienda y Hábitat), Ricardo Molina, diciendo que en la Misión Vivienda solo había problemas menores, lo cual a mi parece, o que es un ignorante o un cínico.
Una ciudad vulnerable
-¿Esta amenaza que usted denuncia se aplica solo a las construcciones de la Misión Vivienda, o aplican las resto de Caracas?
-Hay que entender que Caracas es una ciudad vulnerable, está en un riesgo altísimo en este momento: solo tenemos el aeropuerto de La Carlota como acceso aéreo en caso de que las autopistas colapsen y la densidad de los barrios se ha incrementado exponencialmente. Un terremoto en Caracas puede generar un fenómeno como el que ocurrió en Haití hace cuatro años, esa es la imagen que debemos tener presente, y eso no se está atendiendo.
El absurdo del Metro
-¿El Metro de Caracas presenta el mismo rezago que presentan las autopistas de la ciudad?
-Si bien han mejorado el acceso para los habitantes de las ciudades satélites, Valles del Tuy y de los Altos Mirandinos, pero allí está el absurdo: metieron a todos esos nuevos pasajeros en la misma Línea 1 que está saturada, y claro, eso ha empeorado el servicio.
Luís Guillermo Valera
@LuisGValera