Las cabezas de Chau Wing-ki, de 65 años, y de su esposa Siu Yuet-yee, de 62, fueron encontradas el pasado mes de marzo en dos neveras en un apartamento lleno de sangre, días después de conocerse su desaparición
Un hombre de 30 años, con la ayuda de un amigo, mató presuntamente a sus padres, los despedazó, los cocinó con sal y los metió en unas fiambreras como si fuera “cerdo para la barbacoa”, indicó el miércoles la acusación durante el juicio.
Las cabezas de Chau Wing-ki, de 65 años, y de su esposa Siu Yuet-yee, de 62, fueron encontradas el pasado mes de marzo en dos neveras en un apartamento lleno de sangre, días después de conocerse su desaparición.
Los otros restos se encontraron en un basurero, cocinados y guardados en unas fiambreras con arroz, en un intento de los asesinos de cubrir el crimen cuando se quedaron sin espacio en la nevera.
Su hijo de 30 años, Henry Chau, se declaró inocente de ambos cargos de asesinato el miércoles, según la prensa, en el segundo día de juicio del hombre y su presunto cómplice, Tse Chun-kei.
El South China Morning Post informó de que Chau se declaró el martes culpable de homicidio involuntario por responsabilidad disminuida, al tiempo que Tse, de 36 años, negó ambos cargos de asesinato.
Ambos hombres han admitido haber impedido un entierro decente a la pareja.
La fiscalía asegura que Chau y Tse planearon el asesinato durante meses, comprando cuchillos, neveras, microondas y una olla arrocera.
Vía AFP