No respetó la sotana ni la Biblia. Los usaba como investidura para traficar humanos de Colombia a Venezuela. Pero la Guardia Nacional le frustró su plan. Lo aprehendieron en la carretera Lara-Zulia
Marcos Rías, de 56 años, estafaba a sus compatriotas para llevarlos a Caracas, donde supuestamente les darían trabajo. El pasado miércoles los uniformados acantonados en el puesto de seguridad vial del sector La Plata, municipio Simón Bolívar, mandaron a parar un autobús donde se movilizaba el supuesto sacerdote.
Mientras inspeccionaban la unidad, rotulada con el mensaje: “Dios es amor”, observaron el nerviosismo de tres hombres y dos mujeres. Requisaron el maletero y había muchos morrales y equipajes. Rías les aseguró a los militares que irían a una procesión en Barquisimeto. Pero los supuestos feligreses no aguantaron la presión. Confesaron que cada uno le pagó 10 mil bolívares al sacerdote para que los trasladara a la capital, donde les prometió trabajo. Un par presentó cédula colombiana y el resto estaba indocumentado, precisó Manuel Graterol, jefe del Comando Zonal 11 (antiguo Core 3), mediante una nota de prensa.
Entonces sospecharon que se trataba de tráfico ilícito de migrantes y presumen que Rías pertenezca a una red de trata y tráfico humano binacional.
Captación
Rías captaba a desplazados colombianos o a ciudadanos comunes con escasos recursos económicos en el departamento del Norte de Santander. Junto con ellos atravesaba el puente internacional Simón Bolívar que comunica Cúcuta y San Antonio del Táchira. En una travesía por el occidente y el centro de Venezuela los llevaba a Caracas. Supuestamente a Petare. Con este traslado, sumaban al menos cinco, según declaró el detenido.
Las víctimas están resguardadas en una sede del Saime. Esperan la repatriación, mientras que a Rías lo procesarán en Venezuela, pues está nacionalizado. Está a disposición del Ministerio Público. Los hábitos y la Palabra de Dios no le funcionaron más como investidura para delinquir.
En la “lista negra”
Estados Unidos incluyó a Venezuela en su lista negra de países donde trafican personas, acusando al país suramericano de incumplir los requerimientos mínimos en la lucha contra este flagelo.
Washington había sacado a Venezuela de la lista hace dos años, pero consideró que el país no tiene un plan definido en la lucha contra el tráfico y por lo tanto “no está haciendo esfuerzos significativos para cumplir con los estándares mínimos”, señaló el informe del Departamento de Estado, difundido el pasado 20 de junio.
Via La Patilla.