El papa pidió el domingo en Corea del Sur a los jóvenes católicos de Asia que “despierten” y defiendan, incluso arriesgando su vida, los valores cristianos en la sociedad contemporánea.
Durante una misa en la Jornada Asiática de la Juventud, celebrada bajo la lluvia frente al castillo de Haemi, donde 3.000 coreanos sufrieron estando detenidos un suplicio durante las persecuciones del siglo XIX, Francisco retomó el eslógan de la jornada y dijo: “Jóvenes de Asia, despertad, la gloria de los mártires brilla sobre vosotros”.
“Los mártires de Corea – entre otros innumerables a través de Asia – entregaron sus cuerpos a los perseguidores.
Podemos afrontar el desafío de ser discípulos de Cristo hoy, en las circunstancias que nos son propias”, agregó ante delegaciones de 22 países, entre ellos China.
“Como hijos e hijas de este gran continente, tenéis el derecho y el deber de formar parte de la vida de vuestras sociedades. No tengáis miedo de aportar la sabiduría de la fe en cada ámbito de la vida social“, exhortó.
Los jóvenes católicos deben estar junto a los pobres y oír “el grito de tantas personas anónimas en nuestras ciudades, el grito de tantos jóvenes de vuestra edad y el grito de todos estos mártires que aún hoy en día sufren la persecución y la muerte por el nombre de Jesús”, lanzó.
Al inicio de la ceremonia, jóvenes de diferentes países llevaron cruces de madera con pinturas caracterizando las diferentes virtudes cristianas.