Las autoridades en Dubái impidieron el ingreso de un alemán tatuado cuyo rostro está embellecido con implantes en forma de cuerno y más de 100 perforaciones y quien tenía planeado presentarse en un centro nocturno local.
Su apariencia posiblemente fue demasiado para la que es por mucho la ciudad más liberal del Golfo Pérsico, donde una cuidada reputación de tolerancia y globalización ocasionalmente choca con los valores islámicos de la región.
El centro nocturno Cirque Le Soir informó en un correo electrónico que hizo todo lo posible para lograr que Rolf Buchholz llegara al país el viernes, pero sus esfuerzos fueron infructuosos. El alemán tiene 453 perforaciones, incluyendo varias en el rostro y los genitales, de acuerdo con el libro de los récords Guinness.
Estaba planeado que Buchholz se presentara en el club nocturno Cirque le Soir del hotel Fairmont. El club abrió sus puertas en Dubái en 2011, y al igual que el local hermano en Londres, promete una atmósfera nocturna circense, con atracciones como tragasables, contorsionistas, malabaristas, magos, tragafuegos y bailarinas exóticas.
Las autoridades de seguridad y migración en el aeropuerto no han respondido a las solicitudes para comentar al respecto y remitieron las preguntas a la policía, con la que no se pudo contactar.
Buchholz, de 55 años, dijo a The Associated Press que los agentes de inmigración le estamparon el pasaporte y le permitieron pasar, pero que lo pararon antes de salir de aduanas. Pronto lo enviaron a una sala junto con otros candidatos a deportación.
El club dijo en una declaración por correo electrónico que las autoridades del aeropuerto adujeron «motivos de seguridad» para negarle la entrada. Buchholz, quien además tiene tatuajes, dijo que trabajadores del aeropuerto le comentaron que las autoridades estaban preocupadas de que pudiera ser practicante de magia negra, aunque no se lo dijeron directamente.
«Nunca recibí una respuesta oficial», afirmó. «Son amistosos pero nadie te responde tus preguntas».
Jad Lahoud, el director ejecutivo de Pragma Lifestyle, la compañía que maneja el local del club en Dubái, dijo que era «una vergüenza que Rolf no pudiera venir esta vez».
«Cirque le Soir Dubái siempre trata de traer actos de entretenimiento únicos a los Emiratos, pero siempre actuaremos respetando las leyes de esta nación», agregó en la declaración por correo electrónico.
Buchholz envió un mensaje por Twitter después de que le ordenaran nunca regresar a Dubái.
Dijo que estaría feliz de volver si el gobierno le permitiera e ingreso, aunque tal vez eso nunca ocurra.
«Tengo dos cuernos. Pienso que también eso fue un problema en Dubái», señaló. AP