El ministro de Economía, Axel Kicillof, ratificó que la Argentina pagará los vencimientos del próximo 30 de septiembre, defendió la propuesta gubernamental de establecer un “canal de pago seguro” a los bonistas, a través de “un cambio de sede, no de jurisdicción”, y consideró “diminuto” el aumento de la deuda derivado de la incorporación del 7,6% de acreedores que no entró en los canjes de 2005 y 2010.
Kicillof, en conferencia de prensa junto con el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, aclaró que el proyecto de ley enviado anoche al Congreso “no es compulsivo, sino que le da la posibilidad de actuar a los bonistas que no están cobrando, si es que antes no surge otra opción de los propios bonistas o del juez de Nueva York, Thomas Griesa, que determinó un bloqueo de pagos”.
“Es una decisión soberana pagar la deuda; la vocación del país, la posibilidad, la voluntad y los hechos muestran que va a seguir pagando, y no pueden obligar a la Argentina a no pagar”, añadió.
“Vamos a preservar su reestructuración de deuda, porque no se puede permitir que el 1% más especulativo del sector financiero internacional ataque a la Argentina mediáticamente, financieramente y en la justicia, y ponga en jaque esto que tan trabajosamente hemos hecho, que es normalizar el desastre que dejó 2001”, agregó el ministro.
Aclaró luego que “no llamamos a los bonistas a venir a la Argentina, no vamos a tener una afluencia de turistas bonistas que vienen a cobrar”, pero “vamos a seguir pagando, porque la buena economía señala que si tenemos una reserva de 29.000 millones de dólares no hay default, por más que se ponga el mejor arquero del mundo a atajar todas las pelotas para que no lleguen a destino”.
Kicillof sostuvo que el Banco de la Nación es “el canal de pago seguro para que puedan cobrar sin ninguna dificultad, a través de cuentas que pueden ser en el exterior, como corresponde”.
Justificó luego la medida del gobierno nacional porque “no podemos vivir en el limbo, dejar que la timba funcione y que nos condiciones a todos”.
En cuanto a la inclusión del 7,6% de los bonistas que no entraron en el canje, el ministro de Economía dijo que demuestra la “voluntad indomable que tenemos de respetar los compromisos externos”, y puso como ejemplo que Paul Singer (un acreedor buitre) “puede venir, cambiar sus títulos y conseguir un 300% de ganancia. Pero no lo va a hacer porque es poco para él, porque es buitre, quiere el 1.600%”.