Los dos misioneros estadounidenses que eran tratados del virus del ébola desde hace tres semanas en una sala de aislamiento de un hospital de Atlanta (EE.UU.) fueron dados de alta, anunció hoy el equipo médico a cargo de su tratamiento.
Kent Brantly y Nancy Writebol abandonaron el hospital luego de que se determinara que ya han superado la enfermedad y no representan “un peligro” para la comunidad.
El propio Brantly, de 33 años, compareció ante la prensa minutos después de abandonar el centro médico, donde recibió un tratamiento experimental nunca antes probado en humanos.
El médico viajará a un lugar no identificado con su esposa e hijos, con los que no había tenido contacto directo desde que se dio cuenta de que se había contagiado con la enfermedad hace casi un mes.
Por su parte, Writebol, de 59 años, fue dada de alta este martes, aunque pidió al equipo médico que no informara de su salida del centro médico antes de la conferencia de prensa de hoy.
Brantly y Writebol fueron trasladados desde Liberia a Atlanta en un avión ambulancia a comienzos de este mes, repatriación que fue coordinada con agencias federales y estatales, entre ellas los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), cuya sede se encuentra a escasos metros del Hospital Universitario de Emory.
Además de los estadounidenses, el religioso español Miguel Pajares recibió este medicamento, aunque no pudo superar la enfermedad y falleció el pasado día 12, pocos días después de ser trasladado a Madrid.
El brote de ébola que hasta ahora ha afectado a Liberia, Guinea, Sierra Leona y Nigeria ha causado al menos 1.350 muertes, de acuerdo con las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
EFE