Miles de personas empezaron a llegar el lunes al funeral público de Michael Brown, el joven negro abatido por un policía blanco en Fergurson, Misuri, dos semanas después de una muerte que reavivó las tensiones raciales latentes en Estados Unidos.
En momentos en que la calma parece haberse restablecido en este pequeño suburbio de Saint Louis tras días de violentos enfrentamientos, se prevé la realización de una ceremonia bajo fuerte vigilancia a las 10H00 locales (15H00 GMT) en la iglesia bautista Friendly Temple Missionary, que puede acoger a 5.000 fieles.
Entre las personalidades esperadas se encuentra el líder de los derechos cívicos Al Sharpton, tres funcionarios de la Casa Blanca, el gobernador de Misuri, Jay Nixon, y el director de cine Spike Lee.
“Tenemos que mantener una conversación”, dijo a la AFP Jane Brandon Brown, embajadora de God International Ministries, una red de pastores.
“Debemos hablar de temas raciales, debemos hablar de tensiones raciales y luego debemos hablar de la manera de erradicarlas”, añadió.
“Creo que la muerte de Michael no habrá sido en vano y que no será utilizada como propaganda sino como herramienta para restablecer la unidad en un sector muy dividido”, dijo.
El joven de 18 años, abatido a plena luz del día por un policía el 9 de agosto, será luego enterrado en presencia de su familia en el cementerio St. Peters de Saint Louis.
Brown, quien estaba a punto de iniciar sus estudios superiores, salía sin portar ninguna arma de una tienda de licores de Ferguson donde acababa de robar una caja de cigarros cuando fue asesinado por el oficial de policía Darren Wilson.
Vía AFP