El Deportivo Anzoátegui tuvo en sus manos el pase en la Copa Suramericana, pero no fue capaz de rematar
Otra vez la historia de un equipo venezolano que no pasa de los partidos previos en un torneo internacional. Pero, ojo, no porque careciera de los recursos para hacerlo. Solo que de nuevo afloró la inconsistencia para mantener el tipo en los momentos decisivos. Aparte de un factor suerte, siempre en juego y esta vez manifiesto en una de las figuras más importantes del Anzoátegui.
Altamente contradictorio el desempeño del cuadro que ahora dirige Ruberth Morán. Con un primer tiempo de amplio dominio, de un volumen de juego abiertamente superior pero que solo pudo reflejarse en el marcador con un tanto. De excelenta factura, por lo demás, pues insistiendo en ganarle la espalda a los ecutorianos de la U Católica por la derecha, a un pase en profundidad Evelio Hernández despegó, levantó la pelota y metió un centro raso, preciso, que Rolando Escobar remató “como mandan los cánones, “de candado” con la izquierda, para abrir el marcador.
La contundencia defensiva y la buena salida, con toque y variantes, la exhibición de los primeros 45 llamaba la atención y solo era de lamentarse cómo los pobladores de región tan entusiasta en lo deportivo le niegan respaldo al equipo de fútbol. Parece que Marinos y Caribes “no dejan para nadie”, pues las tribunas vacías contrastaban con el buen jugar, con el espectáculo que es capaz de ofrecer el Anzoátegui.
Sorpresivamente, ese equipo desapareció en la segunda mitad. Debido a instrucciones o actitud de los jugadores, cedió la posesión al conjunto visitante, comenzó a replegarse y, aunque de contragolpe tuvo otras buenas oportunidades -que también desperdició-, fue viéndose dominado y, como suele ocurrir, un error echó todo por la borda. Un penal (ya en el minuto 86) propició la paridad. Para colmo, un instante después Hernández, en brillante lance personal, recibió falta del arquero -que debió ser expulsado-, pero él mismo no pudo hacer efectivo el tiro desde los 11 pasos porque lo detuvo el arquero.
Y por esto aludimos a la suerte, que siempre cuenta. El 10 de Anzoátegui responde al uso de esa camiseta como uno de los ejes del equipo. Excelente toque, mucha vision de juego…pero ni ese penal, ni en el primero de la serie para definir el empate (1-1 también en la ida), pudo superar al guardameta. Terminó el bocado extra 4-3 en favor de la visita y los orientales fuera de la Liga Suramericana.
El bagaje futbolístico les muestra con opción para el Apertura. Pero también la tenían en el torneo continental, sin que su rival fuera de alto nivel. Demostró superioridad, pero además de fallar buen número de ocasiones para aumentar la ventaja, su actitud en el segundo tiempo dejó mucho que desear.
Sigue siendo decepcionante el discurrir venezolano en el panorama internacional de clubes.
Otero: «Ganar sí o sí»
Rómulo Otero y sus compañeros en el Caracas FC están a un paso de clasificar en la Copa Sudamericana. El gol de Dany Cure que selló la victoria 1-0 de los Rojos del Ávila como visitantes ante el Inti Gas en Perú les dejó muy cerca; sin embargo, tienen claro que nada está dicho todavía y esperan completar el trabajo cuando vuelvan a enfrentar a su rival en el Olímpico.
«Tenemos ventaja, pero sabemos que hay que jugar con la misma intensidad. En lo particular salgo pensando que la eliminatoria va cero a cero, que estamos en casa y que el partido debemos ganarlo sí o sí», comentó Otero al departamento de prensa del club.
«En nuestra mente solo existe la palabra transcender. Queremos avanzar y convertirnos en el equipo venezolana con mejor participación en la Copa Sudamericana», manifestó el número 10 de los capitalinos.
«Con concentración en cada acción podemos alcanzar el objetivo», remató.
Armando Naranjo
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