Como una carrera de resistencia y de tolerancia calificó Bony Simonovis los casi 10 años de prisión que ha enfrentado su esposo, Iván, tras ser condenado a 30 años de cárcel por los sucesos de abril de 2002. Asimismo, lamentó el “ensañamiento” del gobierno en contra del excomisario, y ratificó su delicado estado de salud.
“Iván, amarrándose un zapato puede fracturarse espontáneamente el fémur y si no es atendido en 15 minutos le puede dar un trombo embolismo y se puede morir. Así de grave está él. Él no puede hacer ningún tipo de ejercicio, él lo único que puede hacer es caminar”, comentó.
“Resistir es mi trabajo”, aseguró Bony Simovis durante una entrevista por vivoplay.net, “me planteo escenarios a corto plazo para tener la entereza emocional y poder resistir. Por mis hijos es que resisto”.
Dijo que además del encierro, los privados de libertad por “decisiones políticas” como Iván Simonovis, Leopoldo López, Enzo Scarano y Daniel Ceballos deben enfrentarse a requisas improvisadas ordenadas por la Ministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, lo que a su juicio atenta contra sus derechos humanos fundamentales.
“Desde que Leopoldo está preso, Ceballos, Scarano, yo no los he visto a ninguno de ellos, porque ellos están completamente aislados. Iván va a misa los miércoles y allí es el único momento en que él ha podido ver a Leopoldo, a Scarano y a Ceballos, no les permiten ni siquiera que se den el saludo de la paz religioso. Ellos no se pueden ni siquiera hablar. Eso es algo que atenta contra los derechos humanos de Iván, que son inalienables”, aseguró.