El relevo de Rafael Ramírez al frente de Petróleos de Venezuela y de la política económica alejan la posibilidad a corto plazo de reformas en el modelo estatista en plena crisis de inflación, desabastecimiento y escasez de divisas, opinan analistas.
Ramírez, ahora canciller, había propuesto un plan de ajuste de la economía para aliviar la sobrevaluación del bolívar, reducir el déficit fiscal y contener la inflación, con medidas sensibles como el aumento de la gasolina, la más barata del mundo.
«El plan que propuso Ramírez fue rechazado, y por ello el gobierno se quedó sin bosquejo para sus reformas«, asegura a la AFP el economista y profesor universitario Orlando Ochoa.
«La propuesta era devaluar a 25 o 30 bolívares por dólar (y eliminar los tipos de cambio de 6,30 y 11,70 por dólar); aumentar la gasolina y mitigar el déficit fiscal. Incluso se hicieron consultas técnicas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) buscando ideas para la crisis», afirma Ochoa.
El caos económico, con una inflación superior a 60%, escasez de uno de cada cuatro productos básicos y una sequía de divisas que ha provocado deudas de miles de millones de dólares del país con proveedores internacionales, ha derrumbado la popularidad de Nicolás Maduro a 35%, perdiendo 15 puntos en 16 meses, según una encuesta de Datanálisis.
«Ramírez parece tener conciencia de que el gobierno lleva a Venezuela hacia un descalabro. Su salida significa que no hay ningún plan», dice Ochoa.
Para él, los nombramientos en las carteras de Finanzas y Petróleo, con Rodolfo Marco Torres y Asdrúbal Chávez (primo del expresidente Hugo Chávez), responden a cuotas de poder para militares y la otrora familia presidencial, y no a la capacidad técnica para idear un plan de rescate económico o de formulación de política petrolera en el país con las mayores reservas de crudo del mundo.
En el caso de Pdvsa, donde se designó a Eulogio del Pino como titular, Ochoa refiere que «tiene las credenciales para conducir una empresa petrolera y sabe que las deficiencias financieras de Pdvsa se deben a la sobrecarga fiscal» impuesta desde el gobierno.
Del Pino ha trabajado en Pdvsa desde 1979 y desde 2005 es miembro de la junta directiva, desempeñándose hasta esta semana como vicepresidente de Exploración y Producción de la estatal.
«Pdvsa es el hígado, corazón y pulmones de una economía enferma, pero Eulogio del Pino está limitado de manos, solo tiene el problema operacional y financiero» pues no es el ministro de Petróleo, como sí lo fue Ramírez, dice el economista.
«Nos envían la señal de que no intentarán estabilizar la economía sino que la verán deteriorarse e impondrán más controles», señala Ochoa.
Eludiendo medidas de impacto
La ausencia de medidas económicas de parte de Maduro responde a una prioridad en garantizarse gobernabilidad y apoyo en sus bases, considera el politólogo John Magdaleno, entrevistado en el canal Globovisión.
«Maduro primero está resolviendo los problemas de gobernabilidad interna (a través del Congreso del oficialista Partido Socialista Unido y la ratificación de ministros), asegurándose un apoyo político mínimo, para pasar a abordar la economía», explica Magadaleno.
Para el analista la «obligación» de Maduro «es evitar que se produzca un desmoronamiento de su base de apoyo». Por ello, «está forzado a diluir los anuncios por los impactos sociales que podrían tener», cuando el país espera anuncios «para abordar los temas mas importantes: cómo se solucionarán la escasez y la inflación entre 70 y 80%».
Otro analista, Carlos Cercione, de Marea Socialista -una corriente del chavismo crítica del gobierno-, considera que la devaluación que proponía Ramírez conducía a una caída en el consumo «de millones de personas», más con la «caída en el salario» durante el último año.
Por su parte el presidente de la patronal Fedecámaras, Jorge Roig, dijo que la estrategia con los ministros actuales es correcta pues han sido recién nombrados y «les compete tomar las medidas que sean antipáticas para el país».
AFP