El papa Francisco instó ayer a “derrotar la violencia con el perdón”, a “afrontar el odio con amor” y “responder a las armas con la oración” al dirigirse a los católicos de lengua árabe y en particular de Siria y Oriente Medio, durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro.
Tras la audiencia también saludó a un grupo de militares de la Marina Italiana y destacó la “admirable labor que hacen por los hermanos que buscan esperanza”, en referencia al dispositivo “Mare Nostrum” que patrulla el Mediterráneo para socorrer a las embarcaciones de inmigrantes.
La audiencia estuvo centrada en el papel de la Iglesia católica como educadora a través de las obras de misericordia.
Y continuó: “Nos enseña a visitar al encarcelado, mirándolo en su humanidad, pues sólo la misericordia puede cambiar el corazón y hacer que una persona vuelva a insertarse en la sociedad. Por último, la Iglesia nos enseña también a estar cerca del abandonado o del que muere solo”.
Francisco puso entonces el ejemplo de la beata Teresa de Calcuta que encontraba gente moribunda en la calle “a la que le estaban empezando a comer los ratones y se los llevaba a casa para que muriesen limpios, tranquilos, recibiendo caricias y en paz”.
EFE