De un tiro en la frente ultimaron a cristiano por predicar el Evangelio durante un asalto

José Gregorio Castellanos Peñaranda, de 26 años de edad, cristiano evangélico y licenciado en Educación, recibió un tiro en la frente la mañana del domingo, cuando en medio de un asalto intentó predicarle el Evangelio a dos delincuentes que le pedían entregara sus pertenencias en el barrio Campo Rico, en Petare. El joven murió este martes en el Hospital Domingo Luciani.
Castellanos era egresado de una universidad en el estado Táchira. En Rubio, vivió por varios años mientras se graduaba, luego se vino a Caracas con su madre y un hermano menor, aunque los únicos cristianos eran él y su padre.
Desde enero, el joven se congregaba en la iglesia ubicada en Campo Rico. Este domingo acudió al primer servicio de las 8:00 de la mañana y al finalizar, cuando eran las 11:30am, salió con una hermana de fe a comprar algo de comer para regresar.
En la calle fueron sorprendidos por dos delincuentes armados. Los sujetos les exigieron sus pertenencias mientras los apuntaban, pero en ese momento, Castellanos tuvo como reaccionar predicarles la Palabra de Dios.
Mientras se desprendía de sus pertenencias, el joven comenzó a pedirles que buscaran el camino de Dios y se arrepintieran de causar el mal, pero en su discurso se vio interrumpido cuando uno de los sujeto lo apuntó y le dio un tiro en la frente.
Los delincuentes huyeron sin las pertenencias de la víctima. La mujer que lo acompañaba pidió ayuda y fue llevado hasta el Hospital Domingo Luciani, donde estuvo recluido en terapia intensiva hasta este martes. Murió a las 8:00 de la noche de un paro cardíaco.
José Castellanos trabajaba en la empresa Gráficas Ultra C.A, ubicada en la zona industrial de Palo Verde. Vivía en ese mismo sector con su madre y su hermano menor, Joaquín Castellanos, quien recordó que la víctima no perdía oportunidad para predicar la Palabra y esto en esta ocasión le costó la vida.
Los restos del joven fueron trasladados hasta el estado Táchira para rendirle sepultura. La víctima no dejó hijos.

AA

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