La calificadora de riesgo Standard & Poors rebajó la calificación correspondiente a la deuda de Venezuela desde B- hasta CCC+, equivalente a instrumentos de riesgo especulativo, lo que influyó en la cotización del portafolio de deuda soberana de la República en las últimas horas.
Sin embargo, para la encuestadora Hinterlaces los razonamientos de la firma, se encuentran una serie de afirmaciones contradictorias. como se explica a continuación:
El reporte afirma que “expandir la producción de crudo en los próximos años, aprovechando las grandes reservas venezolanas, es clave para atender las necesidades de gasto del país y los arraigados problemas económicos. Una mayor extracción de crudo depende en gran medida de acceso a financiamiento externo. Por lo tanto, el gobierno tiene un fuerte incentivo para honrar los pagos de deuda externa aún si esto aumenta las tensiones en la economía local”.
Con la anterior afirmación, Standard & Poors contradice la premisa de un presunto aumento en el riesgo de impago en los próximos años que motivó la rebaja en la calificación, al afirmar que 1.- Venezuela buscará incrementar la producción petrolera y 2.- Para hacerlo requerirá acudir a fuentes de financiamiento externo que le exigirán mantener al día sus compromisos internacionales.
Asimismo, se llega incluso a sugerir fuentes alternas de financiamiento a las que puede recurrir el Ejecutivo venezolano en caso de optar por una operación de reestructuración de la deuda, todo lo cual tendería a mejorar la situación:
El gobierno planea obtener financiamiento en el corto plazo de una variedad de fuentes, incluyendo un nuevo préstamo de China hasta por $4 millardos. Además, el gobierno puede buscar fondos a través de emisión de bonos en el extranjero. Y, finalmente, tanto el gobierno central como Pdvsa podrían acometer una operación de deuda destinada a alterar el perfil de los vencimientos externos de los próximos tres a cuatro años.
El texto alude igualmente a los notables ingresos petroleros que se prevén para el país este mismo año, y que prácticamente duplican el presupuesto oficial de divisas establecido por las autoridades:
Los precios del petróleo permanecen relativamente altos a pesar de recientes declives. Aunque el ingreso petrolero aún permanece sólido (estimado en $82 millardos para el 2014) y seguirá proveyendo un flujo de dólares, el gobierno podrá verse bajo mayor presión para cubrir el creciente nivel de sus vencimientos de deuda externa.
Hacia el final del análisis, en el mismo texto, se afirma que “las amplias reservas de gas y crudo y el nivel de deuda relativamente bajo del gobierno, y su bajo nivel de deuda externa sostienen la calificación“, de nuevo en aparente contradicción al anuncio inicial respecto al recorte.
En cualquier caso, y sin que se ponga en duda la capacidad de pago sobre los vencimientos de deuda estipulados para el mes de octubre, el informe en cuestión parte de varios supuestos sobre las políticas económicas que afectarían las condiciones para afrontar los compromisos en los próximos dos años, al proyectar, por ejemplo que “la recesión económica y la alta inflación continuarán erosionando la capacidad del gobierno para pagar sus obligaciones externas durante los próximos dos años”. De este modo, se aventura sobre un terreno muy inseguro.