Tal como estaba previsto, las siete plantas ensambladoras de vehículos del país paralizaron sus actividades por 24 horas como acción de protesta. Los trabajadores piden estabilidad laboral ante la baja operatividad de la industria y la posibilidad de que se concreten despidos masivos.
“Los 11 mil trabajadores fijos de la industria automotriz y el resto de los cien mil trabajadores que la conforman estamos en riesgo, porque esta industria que puede producir 150 o 170 mil vehículos al año, hoy está produciendo 20 mil unidades. Estamos hablando que la industria va a cerrar con 15% de su capacidad instalada“, detalló el presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores Automotrices, Christian Pereia.
La masa laboral de Chrysler, Ford, General Motors, Mitsubishi, Toyota, Encava e Iveco se plegó a la medida. Todos los empleados de estas industrias temen perder sus puestos de trabajo, pues más de 1500 calificaciones de despido del sector automotriz reposan en la Inspectoría del trabajo.
“Han metido pliegos de despido y de incumplimiento de contrato colectivo, y hasta ahora la Inspectoría no ha dado respuesta (…) la realidad operativa de General Motors son 30 unidades diarias después de que estábamos produciendo 120 unidades en el primer turno”, dijo el secretario de Reclamos del Sindicato de General Motors, Fidel Ampueda.
En los próximos días se realizarán asambleas en todas las plantas de la región. Carabobo concentra 70% de las ensambladoras del país.
Los trabajadores esperan no tener que radicalizar sus acciones de protesta, por lo que piden ser atendidos por Saul Ameliach, persona designada para mediar en este conflicto, reseñó Globovisión.