Desde que en el 5 junio el Instituto Nacional de Higiene realizó las pruebas correspondientes y confirmó el primer caso de chikungunya en el país, la “fiebre africana” se ha extendido por 12 estados.
La paciente provenía de República Dominicana por lo que se consideró un caso importado. Sin embargo, para julio el Ministerio para la Salud informó que el número de casos superaba 50 infectados y 7 de los pacientes no habían viajado al exterior, por lo que se consideraban “transmitidos localmente”.
A principios de agosto, el entonces ministro para la Salud, Francisco Armada, indicó que ya el número de afectados por la fiebre chikungunya superaba los 200 y las transmisiones locales comenzaban a ganarle terreno a los números de casos “importados”.
La nueva ministra para la Salud, Nancy Pérez, informó que hasta la segunda quincena de septiembre han confirmado más de 398 casos confirmados de la fiebre chikungunya, de un total de 1.239 sospechosos.
Después de las declaraciones del presidente del Colegio de Médicos de Aragua, Ángel Sarmiento, sobre la muerte de 8 pacientes en el Hospital Central de Maracay por “causas desconocidas”, la autoridad aseveró el 17 de septiembre que solo 2 de esos pacientes presentaron el virus. Sin embargo, aclaró que estos tenían una “enfermedad de base y su desenlace no pudo ser por chikungunya”.
Comenzó en África
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que el virus de chikungunya se transmite por mosquitos infectados. Aunque la enfermedad se da en África, Asia y el subcontinente indio, en 2013 se registró el primer brote en la isla caribeña San Martín y desde entonces se ha propagado por distintos países americanos.
“Además de fiebre y fuertes dolores articulares, (el chikungunya) produce otros síntomas, tales como dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas (…) La mayoría de los pacientes se recuperan completamente, pero en algunos casos los dolores articulares pueden durar varios meses, o incluso año”
La revista New England Journal of Medicine publicó que para agosto de 2014 se registraban 576,535 casos confirmados de la fiebre en el continente americano.
Los investigadores también advirtieron que el número de casos seguirá creciendo en los lugares donde la transmisión local ha ocurrido. “Podemos esperar que al menos 30% de la población en las áreas con transmisión local contraigan la enfermedad, al menos que se tomen los controles necesarios o las condiciones climáticas intervengan”, puntualizó el reporte.
Información tomada de Globovisión