Hausmann no deja claro si utiliza el término default como cesación de pagos o con las otras acepciones que el término tiene en habla inglesa. Y no lo hace porque le interesa la ambigüedad. El dice que ya existe default que se expresa en la escasez de varios productos a consecuencia de no haber pagado las asignaciones de CADIVI. Pero no puede haber default en ello, en todo caso se trata de un riesgo cambiario que los importadores cubrieron con el precio de los productos que importaron. Aún en el caso que CADIVI no les hubiese cubierto las asignaciones, los importadores ya habían vendido los productos, es decir, tenían los bolívares en su poder, nadie les debía nada ¿Qué reclaman? Quieren cobrar a 6,30 lo que vendieron a 60, 70 u 80 bolívares por dólar, ya que fue a estos precios como calcularon la reposición. Además, la mayoría de las empresas importadoras aprovisionaron ese riesgo cambiario. Por eso es totalmente pertinente la discusión. Por eso, también, las presiones hacia el gobierno en busca de que éste les pague a 6,30 y realizar un tremendo negocio. Esto lo sabe Hausmann.
Hausmann dice que “el sacudón” fue una gran mentira ¿Por qué? Porque no se hizo como él quería, es decir, como él y otros de sus amigos se lo recomendaron a Carlos Andrés Pérez en el 89’.
Se puede estar insatisfecho con la orientación de algunos políticos económicos pero, es claro que las cosas no hay que hacerlas como dice Hausmann; hacerlo sería lanzarse por un despeñadero.
¿No existe conspiración internacional contra el país? Claro que sí existe, basta leer los titulares de la gran prensa de países desarrollados para comprobarlo. Incluso, la difusión que esa prensa dio al artículo escrito por Hausmann es una evidencia de esto.
Es más, cuando Hausmann utiliza el término default sabe cuál será la lectura que le darán los mercados internacionales al término, no será otro que el de cesación de pagos. De esta manera, quienes poseen deuda venezolana se aterrorizan y salen a vender sus bonos. Estos bajan de precio y otros los compran. Al poco tiempo esos bonos aumentan su valor ya que la baja fue producto de una mentira, una trampa que unos vivos montaron para ganarse unos reales. Una vez que el pago de los vencimientos se haga efectivo, los bonos subirán más y quienes compraron a la baja los venden ¿Cuánto será eso? Pueden ser miles de millones de dólares ¿Estará Hausmann en el guiso?
Tan es cierta la conspiración internacional que el riego país de Venezuela es de los más altos. Imagínense que puede ser tan alto o más que el de países como Ucrania, en plena guerra o el de Nigeria, que ni gobierno tiene ¿Quién determina el riesgo país? Las calificadoras. Un país tiene un riesgo alto cuando no puede pagar lo que debe. No es nuestro caso, no hemos dejado de pagar ni uno solo de los vencimientos, ni existe el riego real de que lo hagamos. Esto lo saben en los mercados, pero gente como Hausmann montan maniobras contra el país movidos por intereses económicos mezquinos y por política.
Dice Hausmann que PDVSA está quebrada ¿Es verdad? Para nada y él lo sabe, PDVSA tiene balances recientes que la ubican entre las diez petroleras más importantes del mundo ¿Cómo puede estar quebrada una empresa de estas dimensiones? Seguramente son los deseos de Hausmann, lo cuales, por cierto son de vieja data: él y su gente han acariciado por mucho tiempo la idea de ponerle las manos a PDVSA.
Iván Gutiérrez