Expertos creen que el presidente de Estados Unidos podría enviar soldados para actuar junto a las fuerzas de seguridad iraquíes de primera línea
WASHINGTON — La campaña del presidente Barack Obama contra el Estado Islámico ya se ha extendido más allá de los límites fijados inicialmente, pero expertos militares dentro y fuera del gobierno creen posible que sea necesaria una expansión aún mayor para que la misión triunfe, incluso mediante el emplazamiento de soldados estadounidenses entre las fuerzas de seguridad iraquíes de primera línea.
Eso colocaría a Obama cerca de infringir su promesa de no enviar soldados tropas de combate estadounidenses.
Para el presidente, volver al combate en Irak significaría no cumplir promesas sobre las misiones que se desarrollan en este momento y socavar un pilar de su presidencia: poner fin a las guerras y evitar involucrarse en otras.
Si los jefes militares en el terreno solicitan fuerzas terrestres y Obama lo rechaza, entonces pudieran acusarlo de dar prioridad a su legado.
Obama ha expresado disposición a ampliar la envergadura y el alcance de la lucha contra el Estado Islámico.
Inicialmente anunció una campaña limitada de ataques aéreos, pero Estados Unidos está atacando ahora objetivos en todo Irak y se espera que comience a atacar en Siria.
Unos 1.600 soldados estadounidenses han sido enviados a Irak para entrenar a las fuerzas de seguridad y proteger al personal norteamericano. Pronto, el Pentágono comenzará a entrenar y equipar a rebeldes sirios para combatir a los extremistas.
“Deben enviar soldados”
Obama ha dicho que las fuerzas iraquíes de seguridad, los curdos peshmerga y los combatientes sirios de la oposición librarán batallas en tierra con el Estado Islámico, pero algunos de antiguos y actuales asesores militares de Obama han dicho que a menos que también participen soldados estadounidenses, será difícil derrotar a los extremistas. «No van a poder derrotar al EIIL estrictamente con campañas aéreas o dependiendo de las fuerzas iraquíes o los peshmerga», dijo Robert Gates, ex secretario de Defensa de Obama. «Así que para que haya alguna esperanza de que la estrategia triunfe, deben enviar soldados».
Por su parte, el general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto, declaró al Congreso que recomendaría ese paso si la estrategia inicial de Obama fracasa. Dempsey agregó que aproximadamente la mitad del ejército iraquí es incapaz de funcionar efectivamente con fuerzas estadounidenses para combatir al Estado Islámico, lo que indica una alta probabilidad de que hagan falta más estadounidenses en el terreno. El presidente respondió rápidamente a los comentarios de Dempsey haciendo énfasis en su promesa de no enviar soldados estadounidenses al combate.
¿Van o no van?
«Las fuerzas que han sido desplegadas en Irak no tienen ni tendrán misiones de combate», dijo Obama a los soldados en el Mando Central de Estados Unidos en Tampa, Florida. «En mi condición de comandante en jefe, no los enviaré a ustedes ni al resto de nuestras fuerzas armadas a combatir en tierra en Irak».
Sin embargo, funcionarios de la Casa Blanca han dejado abierta la posibilidad de que Obama pueda aceptar una recomendación de colocar fuerzas de tierra en posiciones de avanzada junto a efectivos iraquíes y peshmerga