Caramba, caramba… Me pregunto si este mismo siquiatra estaba entre los que protestó cuando otro grupo de siquiatras diagnosticó a Chávez sin haberlo examinado
Maduro habló de “terrorismo comunicacional biológico” y salieron todos a corearlo
Me pregunto si este gobierno fuera la centésima parte de eficiente en economía como lo es en ideologización, como mínimo seríamos el mejor país de América Latina. Por desgracia, solo en ideologización ha tenido un éxito rotundo, de otra manera no se explica que a las alturas a las que ha llegado este desastre sigan teniendo como adepta a más o menos la mitad de la población.
El proceso de comunicación ha sido tan efectivo y efectista, que las personas creen lo que se les dice, aun negando su propia realidad. No es de extrañarse, Goebbels lo logró con “el pueblo más culto del mundo”.
El jueves pasado en una entrevista que María Alejandra Aguirre le hizo por Unión Radio a Ángel Riera, psiquiatra y “analista comunicacional” (lo que sea que eso signifique) para analizar la grabación de Lorent Gómez Saleh, el doctor Riera dijo:
“Más que siquiatría, hay que hacer un análisis real y político de por qué se utiliza a esta persona (Saleh) que evidencia una personalidad totalmente psicopática. Acuérdate que la persona que tiene la personalidad psicopática una demostración es que no siente culpa al efectuar un hecho que daña a una sociedad o a una persona”. Caramba, caramba… Me pregunto si este mismo siquiatra estaba entre los que protestó cuando otro grupo de siquiatras diagnosticó a Chávez sin haberlo examinado. Porque si fue aventurado e irresponsable haber dicho que Chávez era “mitómano, megalómano, fabulador, compulsivo, narcisista, carismático, seductor, envidioso, carente de escrúpulos”, tan aventurado e irresponsable es diagnosticar a Lorent Gómez Saleh como un psicópata. Y si los rasgos psicopáticos son tan evidentes, entonces Chávez también era todo lo que atribuían. Lo que pasa es que en revolución la salsa del pavo no es buena para la pava.
Pero el analista comunicacional va más allá. Acepta como “verdad” un hecho porque “apareció hoy en el periódico y lo dijo Rodríguez Torres” ¡tremendos asideros! Además, asevera con seguridad pasmosa que “si nos detenemos a analizar un poco, esto forma parte de lo que llamamos el terrorismo comunicacional biológico” (¡ayayay, los terminuchos!), que no es otra cosa que el plan de Estados Unidos para invadirnos. Yo lo invito a preguntarse, doctor, que si no nos invadieron cuando éramos el primer proveedor de petróleo, menos nos van a invadir ahora. Y pregúntese también si Cuba no tiene un ánimo imperialista tan imperialista como el de USA, que desde hace cincuenta años está tratando de echarle mano a América del Sur, empezando por Venezuela.
Luego habló de que Saleh pertencía a JAVU, que tiene como símbolo el “puñito” cerrado. “Primero era manos blancas, ahora cerraron el puño en “símbolo de buscar la salida violenta”, el mismo puñito de Ucrania que montó el gobierno terrorista que está haciendo el genocidio en Donestk, el mismo que se encontraba en Libia, en Siria… Cerraron el puño en símbolo de buscar la salida violenta”. Doctor Riera… ¿usted no vio a Chávez miles de veces hacer la señal con el puño cerrado? ¿No será que el puño de los ucranianos, los libios, los sirios, tiene más que ver con Chávez que con los muchachos de JAVU? Para ser franca, para mí, nadie que tenga un puño cerrado como símbolo me va a convencer de que es una señal de amor y paz.
Finalmente dijo que el apellido Saleh era judío cuando en otras páginas web como http://www.clubarabe.cl/club/index.php?option=com_content&view=article&id=80&Itemid=82 Saleh significa “bueno, apropiado, apto” en los apellidos árabes. Hay otras en las que aparece como apellido judío. Y eso no es poco frecuente. Lo digo por experiencia, porque no hemos podido averiguar si nuestro apellido Jaimes es judío o es árabe.
En fin, los invito a escuchar la entrevista completa para que se hagan su propia idea. http://www.unionradio.net/actualidadur/Audios/Default.aspx?tpAudio=2&StartRow=1&id=296757. Yo por mi parte, ya tengo la mía: pedirle al doctor Riera que la próxima me cuente una de vaqueros… será más divertida, sin duda.
Carolina Jaimes Branger