El cd “Herencia sin Límites” muestra ritmos Patarrumba y Funk’ata
(Especial por Sandy Brito).- Lo vimos tocar el bongó de un son montuno en el Teatro Teresa Carreño, o la clave de un bolero en montajes musicales en la Ana Julia Rojas, o haciendo vibrar el cuero de tambores japoneses al aire libre, en Sabana Grande. Ahora las manos del percusionista Manuel Moreno siguen mostrando los novedosos ritmos Patarrumba y Funk’ata en su tercera producción discográfica “Herencia sin límites”.
El maestro Moreno transita la ruta creadora de otros colegas como Aldemaro Romero, Vytas Brenner, Alexys Rossell o el grupo “Un dos, tres y fuera”, que aportaron innovación a la música criolla, sin afectar su esencia popular y mestiza. Moreno cuenta con mayor fortuna que los tres primeros artistas, quienes lucharon contra la incomprensión de la época. Hoy son leyenda.
Y qué tiene de original la propuesta del instructor de percusión afrovenezolana en la UCV, labor que ostenta desde hace más de 18 años, de los 35 que tiene como docente. Patarrumba es producto de esa curiosidad de indagar cómo sonaban los tambores del pueblo de Patanemo, mezclándolos con el tumbao propio de la conga cubana. Funk’ata, es resultado de investigar la sonoridad del sangueo de los cueros de Cata fusionada con el funk, ritmo afroamericano muy conocido gracias a la banda Tierra, viento y fuego.
Sortilegio manual
Este acto de magia en el que Moreno combina ecos melodiosos de bahías venezolanas, el Caribe y lo afroamericano, sólo se entiende al escuchar “Careta” y “Qué pasará”, temas promocionales del cd “Herencia sin límites”, disponible para fin de año. En ellos se nota el liderazgo de los tambores cumaco, clarín y batería y toda la sonoridad que distingue a nuestro tropicalismo criollo.
Fuentes de consulta: Libro «Herencia el nuevo sonido del tambor venezolano» de César Herrera. Facebook: Grupo Herencia/ Twitter: @herencia13/ www.grupoherencia.com.ve, productora Mónica Mancera (monicaherencia@gmail.com)
Babel melódica
La banda “Herencia” de Manuel Moreno se inscribe en la “movida” musical que se gesta en Latinoamérica en los últimos 20 años, donde el mestizaje étnico se convierte en mestizaje musical. Acompaña así las ideas de agrupaciones como Colectro (Colombia) creadores de una amalgama de ritmos caribeños, bullarengue, rock y música electrónica. Malalma, otra mezcolanza neogranadina; Mojarra Eléctrica (sabor colombiano onírico e irónico según The Guardian de Londres; Hugo Fattoruso y Rey Tambor (Uruguay); el genio Pedro Aznar (Argentina) con sus versiones de percusión afro-suramericana; el maestro uruguayo Eduardo Mateo, ya fallecido, inventor del candombe-beat y el ritmo “toco”, de ineludible influencia en las jóvenes generaciones; Tribalistas (Brasil) con su licuadora de música tradicional carioca, pop y rock. Todos estos maestros, junto a otros que no caben acá, apostaron a combinar la pulsación sonora de los cueros nativos con música contemporánea. Manuel Moreno ya se encuentra entre los grandes
Foto: Cortesía / José D. Rincones