La infidelidad denota la falta del cumplimiento de un compromiso de fidelidad. Asimismo, puede significar ausencia de lealtad o quebrantamiento al pacto matrimonial, lo que se conoce mejor como adulterio
Aunque en el presente, cada vez más, se dan las relaciones abiertas, aún la infidelidad continúa considerándose una traición. De igual manera, según el género sexual, ser infiel puede ser apreciado de diferentes maneras. En la sociedad actual, la traición de las mujeres termina siendo más grave que la de los hombres, como también que la infidelidad femenina tiene causas diferentes a la masculina.
Asimismo, para la mayoría de las mujeres, si sus compañeros sentimentales han tenido sexo con otra mujer, es menos importante que se hayan involucrado emocionalmente con ellas. En cambio, para los varones, si hay un contacto sexual, no habrá perdón. Este asunto viene de atrás. Ellos quieren asegurar la paternidad mientras ellas se preocupan por el bienestar de sus hijos, lo cual las lleva a mantener relaciones duraderas que lo garanticen.
1. Infidelidad es
sinónimo de traición
La infidelidad denota la falta del cumplimiento de un compromiso de fidelidad. Asimismo, puede significar ausencia de lealtad o quebrantamiento al pacto matrimonial, lo que se conoce mejor como adulterio. Es, en definitiva, la ruptura de la promesa de exclusividad, de amar o estar siempre con quien se eligió libremente.
Por consiguiente, en cuanto a los vínculos monógamos, ser infiel implica irrespetar el acuerdo que se hace entre las partes de limitar el número de participantes en una relación amorosa o erótica, y de ahí que limite, del mismo modo, la posibilidad de mantener otras relaciones paralelas, duraderas o causales.
De igual manera, la infidelidad se da cuando se ha traicionado a la persona amada con una relación extra conyugal. La infidelidad puede ser afectiva o sexual. La diferencia está en que, en la primera, están los sentimientos de por medio; y en la segunda, se da el contacto físico convertido en amor carnal.
Asimismo, la infidelidad puede ser mental o física. La primera implica una distorsión de la realidad y se piensa, también, que se está con una persona distinta a la actual. La física es cuando se es infiel con el cuerpo debido a que se siente insatisfacción corporal, y por eso se está con otra persona.
En definitiva, la infidelidad es sinónimo de traición, engaño, y falta a un compromiso que se asume con el mejor de los ánimos de hacerlo duradero, pero, en el camino, se olvida, o se ignora, la promesa hecha.
2. ¿Qué está detrás
de la infidelidad?
En la relación de pareja, la causa principal de la infidelidad son las crisis originadas por insatisfacción emocional. Por ende, en ese estado, se da una conexión emocional con otra persona, la cual comienza en una amistad que termina yendo más allá. Otras posibles causas de infidelidad son:
2.1 La infancia: La manera cómo se vivió esta etapa de la vida tiene qué ver con un comportamiento infiel. Una persona que fue desatendida, sobreprotegida, insegura o con baja autoestima, que proviene de una familia donde no hubo valores ni principios, será más propensa a ser infiel que otra segura, con alta autoestima y proveniente de un hogar en que hayan existido valores que enaltezcan la familia y busquen su preservación.
2.2 Sensación de vacío, o de soledad, entre otros sentimientos, como depresión sin una causa aparente, provocan que algunos matrimonios acaben, o por lo menos entren en crisis, por una infidelidad.
2.3 Elección de la propia pareja: una vez que él o ella se da cuenta de que no es compatible con quien una vez eligió como compañero, opta por la búsqueda de la pareja ideal.
2.4 Quienes van tras nuevas experiencias: en su mayoría se trata de quienes han tenido pocas relaciones sentimentales, como los que también se dejan cautivar por aquello que les despierta curiosidad o representa una novedad.
2.5 Sentimiento de menosprecio: cuando pasa la etapa de enamoramiento, las conductas de la pareja que antes se idealizaban terminan por desestimarse porque las expectativas no se han cumplido. Asimismo, en el momento en que se da el abandono de la pareja, una vez que uno de los miembros, a veces los dos, se centra en sus objetivos o en sí mismo, el otro termina desvalorado.
2.6 Monotonía: es uno de los más grandes enemigos de la pareja. Una relación sentimental sumergida en la rutina y en el aburrimiento es más vulnerable a una infidelidad, porque si llega una tercera persona que ofrece algo distinto se cae en la tentación de ir tras la novedad.
2.7 Insatisfacción sexual: se da cuando uno de los miembros de relación de pareja no se siente complacido en su vida amorosa, así que tiende a buscar fuera del vínculo esa satisfacción que añora. Esta situación puede influir en que el que desea obtener la plenitud sexual, la busque fuera de esa relación.
2.8 Fin del amor: si por alguna razón uno de los dos ya no siente lo mismo, cuestionándose la posibilidad de seguir enamorado del otro, es mucho más fácil que se dé la infidelidad, porque necesita volver a estar enamorado, así que se va tras otra relación que proporcione lo que la actual ya no lo hace.
2.9 Miedo a perder la libertad: cuando uno de los miembros es asfixiante, el otro siente miedo a perder la preciada independencia y de quedar atrapado en una relación que le roba su espacio.
2.10 Otras causas son: cuando uno de los miembros adquiere una mayor o mejor posición social o económica, también cree que puede tener mayor potencial con el sexo opuesto; y/o cuando uno de los miembros le permite al otro ser infiel porque cae en cuenta de que la relación anda mal.
Antes de caer en
otros abrazos…
** Analiza cuál es la causa de tu insatisfacción, decepción o depresión en tu relación y busca llegar a acuerdos con tu pareja para mejorar significativamente el estado de las cosas por el bienestar de ambos.
** Si crees que ese vínculo no tiene futuro porque definitivamente has llegado a la conclusión de que uno no es para el otro, promueve un diálogo sincero que conlleve a una separación en buenos términos en vez de una ruptura que genere obscuros y perennes resentimientos
La voz de mujer
Isabel Rivero De Armas