El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, expresó hoy «gran preocupación» sobre la detención del dirigente Leopoldo López y exhortó a las autoridades su inmediata liberación.
«Exhorto a las autoridades venezolanas a actuar de acuerdo a las opiniones del Grupo de Trabajo y a liberar inmediatamente a los señores López y Ceballos, y a todos aquellos detenidos por ejercer su legítimo derecho a expresarse y protestar pacíficamente», dijo Zeid, citado en un comunicado.
El mes pasado, el Grupo de Trabajo sobre detención arbitraria decretó que las detenciones de Leopoldo López y de Daniel Ceballos -exalcalde de San Cristóbal- fueron arbitrarias.
«La prolongada y arbitraria detención de opositores políticos y manifestantes en Venezuela está causando cada vez más preocupación internacional», señaló el alto comisionado.
El comunicado también se refiere a otras 69 personas arrestadas durante las protestas públicas que tuvieron lugar durante varios meses en Venezuela.
Este comunicado se público tras la visita que la esposa de López, Lilian Tintori, realizó el pasado viernes a Zeid en Ginebra.
De acuerdo con la información recibida por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, más de 3.300 personas -incluidos menores de edad- fueron detenidas por períodos breves entre febrero y junio.
Asimismo, más de 150 casos de malos tratos, entre ellos varios de tortura, fueron reportados, agrega el comunicado.
Al menos 43 personas murieron durante las protestas, entre ellos un fiscal y nueve efectivos de los cuerpos de seguridad.
Periodistas y defensores de derechos humanos también han denunciado amenazas, ataques e intimidación, prosigue el texto.
«También insto a las autoridades a asegurar que se garantice el debido proceso en todos los juicios, en conformidad con los estándares internacionales».
Zeid deploró las reiteradas denuncias de ataques e intimidación dirigidos a quienes trabajan en defensa de los derechos humanos en Venezuela y exhortó a que se les permita proseguir con su trabajo y hacerse oír sin temores por su seguridad. EFE