Cuba pidió el lunes no politizar la lucha contra el ébola y ofreció a Estados Unidos trabajar en común para combatir la epidemia, eje de una cumbre de algunos de los países de la región.
«Tengo la convicción de que si esta amenaza no se frena y resuelve en África occidental con una respuesta internacional inmediata y eficaz con recursos suficientes, coordinada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de Naciones Unidas, puede convertirse en una de las pandemias más graves de la historia de la humanidad», dijo el presidente Raúl Castro al inaugurar la cumbre especial de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
El ALBA es un mecanismo regional que integra a casi una docena de países de América Latina y el Caribe y fue creado hace una década por países con gobiernos de izquierda -encabezados por Cuba y Venezuela- como una forma de oponerse a la influencia política de Estados Unidos en la región.
La cumbre fue inicialmente convocada por el mandatario venezolano Nicolás Maduro con el objetivo de prevenir el avance de la epidemia de ébola en Latinoamérica y apoyar a las naciones africanas.
Castro pidió olvidar las diferencias ideológicas para hacer frente al flagelo.
«Consideramos que debe evitarse cualquier politización de ese grave problema que nos desvíe del objetivo fundamental que es la ayuda en el enfrentamiento a esta epidemia», expresó Castro en su discurso inaugural, al tiempo que aseguró que «Cuba está dispuesta a trabajar codo con codo con todos los países, incluyendo los Estados Unidos».
El objetivo de la cumbre es coordinar un protocolo para prevenir la enfermedad en la región y canalizar el apoyo a África, pero el foro no incluye a muchos de los países de la región con gobiernos menos afines al mecanismo como Colombia y México. AP