Venezuela rechazó hoy las declaraciones de preocupación del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, por las condiciones en las que se pueda desarrollar el juicio de Leopoldo López, y que la cancillería considera como una acción «injerencista, irresponsable e irrespetuosa».
A través de un comunicado, Venezuela expresó «su más profundo rechazo a la acción injerencista, irresponsable e irrespetuosa llevada adelante el día miércoles 22 de octubre de los corrientes por el Jefe de Gobierno español, señor Mariano Rajoy».
Rajoy se reunió el miércoles con Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, en un encuentro en el que le trasladó su preocupación y la de la Unión Europea por el juicio al político encarcelado desde el 18 de febrero.
En el escrito del Ministerio de Exteriores de Venezuela se señala que con su acción Rajoy estaría «estimulando» y «promoviendo» una «agenda política de desestabilización» contra el país «al hacer declaraciones públicas emitiendo juicios de valor» respecto al ordenamiento jurídico, vida social y funcionamiento del Estado venezolano.
«Para nuestro Gobierno resulta inadmisible que por su relación partidaria con la extrema derecha venezolana, el señor Rajoy se involucre en una causa judicial seguida de manera independiente y soberana en tribunales venezolanos contra el señor Leopoldo López», agrega el ministerio en el comunicado.
Asimismo, se indica que López es procesado «por delitos públicos y notorios que costaron la vida a más de 40 venezolanos, heridas a un millar, enormes destrozos y un gran desasosiego» al pueblo venezolano.
«Resulta inaceptable que el Jefe de Gobierno español, en un acto profundamente inamistoso hacia nuestro país, violente el principio de no injerencia y respeto a la soberanía», dice la Cancillería.
Señala, además, que supuestamente «con este comportamiento el señor Rajoy y su agrupación partidista reincide en la actitud de intromisión desarrollada por el gobierno del señor (José María) Aznar en la pasada administración de este partido cuando reconoció al gobierno de facto en Venezuela surgido del golpe de Estado» de 2002.
El Gobierno agrega en este documento que España «sufre los rigores de una crisis sin precedentes» y que hacia este aspecto deberían dirigirse las «preocupaciones» de Rajoy.
«Nos parece insólito que las consideraciones partidistas del señor Rajoy estén por encima del supremo interés común de mantener cordiales relaciones entre nuestros gobiernos e instituciones y pretendan desconocer el liderazgo constructivo de nuestro país en Latinoamérica y el mundo», se apunta en el comunicado.
El escrito agrega que el Gobierno de Venezuela siente un «profundo afecto por el pueblo español» y se mantiene apegado «al principio de no injerencia, respeto mutuo e inviolabilidad a la soberanía de los Estados como un principio fundamental de las relaciones internacionales».