Ven con reserva prohibición de venta de alimentos en la calle

A partir de noviembre los vendedores informales tienen prohibido la venta de alimentos y medicamentos
A partir de noviembre los vendedores informales tienen prohibido la venta de alimentos y medicamentos

Mientras que vendedores informales dicen estar dispuestos a acatar la medida decretada por el presidente Nicolás Maduro, los consumidores se muestran escépticos ante el cumplimiento de la norma y el efecto que podría tener para combatir el desabastecimiento

 

“Esto ya es lo último que me queda, lo que no venda hoy me lo llevo para mi casa, voy a cambiar de mercancía”, dijo uno buhonero que hace vida en la Redoma de Petare que prefirió no revelar su nombre, quien aseguró que apoya la medida emprendida por el Presidente Nicolás Maduro de prohibir la venta de alimentos y productos de primera necesidad en la calle. “Eso no me pega a mí, que no acostumbro vender ese tipo de cosas, pero si a la gente que tiene toda la vida haciéndolo”.

Ante el anuncio por parte del mandatario nacional de la prohibición mediante decreto de la venta de productos básicos e insumos médicos por parte de los buhoneros, los comerciantes informales y la sociedad en general ha mostrado reacciones disímiles.

“Está bien que les prohíban a los buhoneros que vendan alimentos y medicinas en la calle, no puede ser posible que halla que peregrinar de tienda en tienda para buscar un desodorante para tener que ir de mala manera a comprarle un buhonero que te lo vende al 80 o 70 bolívares, cuando cuesta 18”, dijo María García, transeúnte del municipio Sucre.

“Es como siempre: por unos días van a cumplir la norma, pero a las pocas semanas o al mes ya no lo harán: mientras el Gobierno no haga respetar las medidas, los buhoneros no le van a parar a la prohibición”, opinó Junior Julius.

Según, Rafael Rodríguez, vocero de los comerciantes informales que laboran en los alrededores de la estación del Metro de Petare, a partir del decreto presidencial, en el lapso de una semana dejaran de vender productos de primera necesidad.

“Creo que esto, a la larga, nos va a favorecer: así se demostrará que los integrantes de la economía popular no somos los responsables de los problemas de escasez que actualmente estamos sufriendo”, dijo.

Por su parte, buena parte de las personas encuestadas por un grupo de Diario La Voz, opinó que con la medida no se mejorará la situación con el abastecimiento de los productos de la canasta básica y de primera necesidad.

 

 

Abastecimiento y corrupción

 

“Me parece bien que no nos dejen vender comida, a fin de cuentas hay muchos otros productos con los que podemos comerciar”, dijo Guillermo Rivero, comerciante informal. “No creo que las colas para comprar se hagan más cortas: hay mucha gente que trabaja o que no le gusta estar 2 y 3 horas esperando para comprar dos desodorantes, pero ahora van a tener que hacerlo”.

Por su parte, en opinión de José Martínez, habitante de Caracas, “mientras no se controlen los demás eslabones de la cadena de comercialización y a las grandes cadenas de comercialización no se terminará el problema del abastecimiento: son varios factores que juegan en contra, no solo los buhoneros”, sentenció. “Espero que se cumpla está vez: ya van varias veces que se dicen que van a regular a los buhoneros, pero al final nunca lo hacen”

“El primero acaparador es el Gobierno, solo hay que preguntarse quién deja salir esos cientos de gandolas con productos que se llevan a la frontera, y ¿a dónde se van si es que los decomisan?”, se preguntó una comercian informal que prefirió reservarse su identidad.

Bemoles del “bachaqueo”

 

“La gente siempre se queja de aunque nosotros vendemos las cosas más caras, pero no ven que tenemos que hacer cola desde las dos de la mañana para terminar con tres cositas para vender”, explicó Rivero, quien agregó se les hace imposible comprar los productos al por mayor. “Solo tengo seis meses en esto, pero tengo cuatro chamitos y tengo que ver la forma de echarlos p alante, no hay de otra”.

 

Luís Guillermo Valera

@LuisGValera

 

Fotógrafo: Giovanni Martínez

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