Es una institución que en 35 años presenta un balance positivo para el teatro venezolano
La agrupación teatral Skena cumple 35 años de positivas labores. Sus actuales directivos, encabezados por Basilio Álvarez, ya trabajan con una generación que puede ser el relevo, teniendo en cuenta que en Venezuela las empresas culturales se van a la tumba con sus creadores.
Sin egoismos
Basilio, escritor, actor, director y líder, informa que Skena ha formado mucha gente y ésta es libre de seguir en el mismo grupo o, como la mayoría, han emprendido sus propios proyectos y vuelan con sus propias alas. “No somos egoístas con nuestra gente; actualmente hay jóvenes que comenzaron su formación en Skena y están en diferentes grupos diferentes trabajando, así como otros que han seguido de forma individual y al mismo tiempo miembros directos como Armando Álvarez, quien es un director de nuestro grupo que tiene actualmente tres montajes bajo su dirección, con tres grupos diferentes, y los tres son espectáculos de alta calidad y agotando todos los fines de semana al mismo tiempo”.
Puntualiza, que “Skena es casa con las puertas abiertas, más que una institución con unos cuantos miembros fijos. Y que pretenda perdurar en el tiempo, jamás nos lo propusimos y durará lo que le toque durar; al final prefiero que se derrumbe la casa a que termine siendo un museo con siete u ocho personas cuidándolo; si la casa sigue sirviendo como resguardo seguro para gente que quiera trabajar, bienvenida sea la gente y bienvenida sea la longevidad de la casa. Por ahora, ahí está Armando Álvarez, que lo considero el más trabajador y uno de los mejores directores de este país al que no se le ha dado nunca ningún reconocimiento y ahí está su labor: casi 20 años dirigiendo talleres y haciendo con jóvenes montajes espectaculares y a nivel profesional cuando uno menciona que dirigió “¡Ay Carmela!”, “Hamlet”, “Enemigo del pueblo”, “La Ola”, “Robín Hood” y “El mago de Oz”, actualmente en cartelera. Pero tenemos jóvenes trabajadores que están formándose con él y conmigo que sé que darán de qué hablar más adelante, pero jamás pretenderé endosarles que deben mantener viva a Skena; no, ellos decidirán libremente su camino y así creo que debe ser”.
-¿Qué tipo de sociedad es Skena?
-Legalmente es una institución sin fines de lucro, que tiene unos responsables de actividades directas: Director Técnico, Artístico, Educativo, y con una junta directiva que la administra. Y humanamente está conformado por demasiada gente, unos 60 creadores que a veces están todos al mismo tiempo trabajando, otras veces se turnan. Por ejemplo actualmente tenemos cuatro espectáculos en repertorio que agrupan a unos 50 creadores (“Enemigo del pueblo”, “Ha llegado un inspector”, “El mago de Oz” y el “Sereno secreto”); si a eso sumamos los montajes de talleres que acabo de realizar («Hechizo» con 70 jóvenes, «El médico a palos» con 20 jóvenes y «4 corazones con freno y marcha atrás» con 24 adultos ) tenemos en nuestro entorno a unas 150 personas que estudian y tienen un proceso de búsqueda y creación cada año con Skena, que luego se une al público asistente a cada espectáculo.
Trinchera
-¿Cuál es su análisis de la actual realidad teatral?
-Hay muchos grupos y gente creadora trabajando, además de un gran interés de los jóvenes en el arte escénico. Cada grupo trabaja en su espacio particular, por eso entre los grupos tenemos muy poca comunicación. Toda esta gente que tiene la necesidad de expresarse y comunicarse por medio del teatro está rodeada, como todos en general, de un ambiente violento, inhóspito e inseguro. Para mí, y sé que para la mayoría de los que trabajamos en Skena, el grupo se ha convertido en una trinchera donde a la vez que luchas por un mundo más lleno de razón, cultura y humanidad te proteges de la gran intolerancia y agresividad que hay cuando sales de esa trinchera.
-¿Cómo desarrollar el teatro?
-Trabajando fuertemente en la búsqueda de la verdad o por lo menos en la búsqueda de una suerte de sentido del ser humano. Y ser muy valientes para mostrar esa verdad que vamos encontrando no importa dónde ni frente a quién. Lo anterior lo digo con respecto a los grupos, pero a nivel de gobierno, es importantísima la proyección de las grandes obras y los grandes temas universales del hombre, el trabajo en conjunto, la estimulación de políticas que ayuden a la formación de la cantidad de personas que quieren desarrollar este arte. He visto las mejores iniciativas y ganas de hacer, pero muchas veces siento que falta exigencia y compromiso.
-¿Cómo son sus relaciones con el gobierno?
La poca relación que puedo tener con el gobierno de turno es con los creadores, como yo, que coordinan las instituciones culturales oficiales, como Fundarte o la organización del Festival de Teatro de Caracas, donde nos hemos presentado. Por lo demás, Skena una vez que fue retirado del sistema de ayudas y subsidios del Ministerio Popular para la Cultura, se entregó a trabajar de lleno con la empresa privada y los teatros privados.
Musical familiar
Skena celebra sus 35 años remontando “El mago de Oz”, convertido en musical para toda la familia. Las aventuras de la pequeña y soñadora Dorothy y su fiel perrito Toto, quienes junto a sus amigos, el Espantapájaros, el Hombre de Lata y el León Cobarde, viajarán por la extraña y divertida tierra de Oz, escapando de la Malvada Bruja del Oeste y así poder conseguir que el grande y maravilloso mago les conceda sus deseos: un cerebro, un corazón, valentía y la posibilidad de volver a casa. La magia, el encanto y la sabiduría de este cuento es un montaje con música, completamente original y cantada en vivo, efectos especiales y un simpático perrito que será el deleite de todos. Se presenta en el teatro Trasnocho los sábados y domingos, a las 3PM
No es negocio
Skena es una asociación sin fines de lucro y la directiva la ha llevado como tal. Cada proyecto genera ingresos para los artistas y creadores que trabajan en esos proyectos, pero no genera ganancias para el grupo, lo que genera es una base económica que de inmediato se invierte en el próximo proyecto. “Skena no es un buen negocio, es más, no creo que llegue ni a ser un «negocio», pero si es un proyecto de vida en donde algunos se dedican por completo a su desarrollo y la gran mayoría se entrega de lleno a proyectos puntuales y específicos. No hemos sido lo suficientemente trabajadores ni inteligentes para avocarnos a la misión de tener una sala propia”, puntualiza Basilio Álvarez
EL ESPECTADOR
Edgard Antonio Moreno Uribe
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