Es comprensible que las variaciones de precios (hacia arriba) afecten el presupuesto familiar y de eso están conscientes tanto el Ejecutivo Nacional como los que demandan aumentos de precios
Los últimos ajustes de precios autorizados por el Gobierno Bolivariano son un reconocimiento justo al esfuerzo, inversión económica y sabiduría que trabajadores y empresarios dedican a la producción o prestación de ciertos bienes y servicios vitales para la sociedad. Tal es el caso de la corrección del precio de la leche, el azúcar y los estacionamientos.
Los venezolanos debemos entender que así como el Gobierno reconoce anualmente un incremento de los salarios, como una vía para minimizar el impacto de la inflación en la familia; es igualmente válido que se les reconozcan a los productores o prestadores de servicios la necesidad de ajustar el precio de lo que ofrecen, junto a sus trabajadores, a la sociedad.
En términos concretos, el precio justo debe serlo tanto para el consumidor como para el productor. Es comprensible que las variaciones de precios (hacia arriba) afecten el presupuesto familiar y de eso están conscientes tanto el Ejecutivo Nacional como los que demandan aumentos de precios.
No obstante, en el mediano plazo, con estas medidas, se evitan distorsiones que se traducen posteriormente en algo peor: escasez y acto seguido, los productos que escasean se venden a precios exorbitantes, 3 o 4 veces más de los ajustes que son indispensable para que un producto sea rentable producirlo y comercializarlo.
El pueblo venezolano debe tener conciencia, debe analizar lo que ocurre con los productos que mantienen precios injustos, congelados por años, porque los mismos no reconocen todo el esfuerzo que lleva implícito producir -con calidad- ciertos productos o prestar ciertos servicios, afectando no solo al empresario, sino, a los trabajadores y trabajadoras de esa unidad productiva.
En el caso de la leche, a pesar de que el presidente de la Cámara Venezolana de Industrias Lácteas (Cavilac), Roger Figueroa, consideró que el sector que representa aspiraba un aumento mayor, reconocen que va en la dirección de corregir los desajustes que han causado desabastecimiento.
Por su parte, la Asociación Nacional de propietarios y Administradores de Estacionamientos y Garajes (Anpage) manifestó que los precios publicados por la Sundde cubren los costos operativos presentados por el gremio en las mesas de trabajo.
«El nuevo pliego tarifario fue saludado por Anpage, por considerar que el mismo se ajusta a los valores establecidos en función de la estructura de costos de los locales, estudiada por la comisión encargada al efecto», expresó el gremio en un comunicado.
En la lista, siguen aún algunos precios de bienes, servicios y variables macroeconómicas que deben corregirse con prontitud. Nosotros consideramos por ejemplo que es necesario lograr un equilibrio macroeconómico que pase por colocarle el valor justo a la divisa.
No es que a los empresarios que les interesa una divisa con el precio superior al que tenemos ahora. Lo que quiero decir con esto, es que así queremos precios justos para que nuestros consumidores puedan obtener un valor los productos a precios convenientes, necesitamos que todas las demás variables tengan también la misma expresión.
Miguel Pérez Abad