“Una revolución policial hace falta en Venezuela y la voy hacer”. Presidente Nicolás Maduro Moros- (27 de octubre de 2014)
Cesáreo José Espinal Vásquez
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La policía es una institución pública fundamental y necesaria, que debe ser confiable, competente y especializada, ser garantía de la seguridad de los ciudadanos y del orden público para la convivencia en paz en el Estado de Derecho Justo.
Si de revolución se trata como manifestó el Presidente de la República, creando una Comisión Presidencial para la transformación de los cuerpos policiales, debe ser aplaudida, pero no basta con la decisión ejecutiva revolucionaria, pues debe estar avalada con normativas legales permanentes emanadas del legislativo nacional, especialmente sobre prevención del delito, que debe comenzar desde la edad maternal con instrucción familiar y cívica, el establecimiento efectivo y obligatorio de la “constancia de residencia de vecinos” establecido en la Ley de Registro Civil y además, con el estudio psico-social a partir de los siete años de edad, cada dos años.
El problema de las policías, su funcionamiento, competencia, sus niveles de atribuciones ha sido grave desde el inicio de la República. Todos los gobiernos, sin excepción han sido negligentes e indiferentes para la formación de cuerpos policiales idóneos, probos, educados, capacitados en sus respectivas funciones en Academias de Policías y otorgándoles viviendas dignas, no formando policías atendiendo a intereses del dictador o del partido de turno; policías milicianos, policías esbirros, policías políticos, policías personales, policías para-militares y policía sicarios. Gobierno que se considere inocente que tire la primera piedra. Pero el problema no se resuelve con odios, persecuciones, amenazas y comisiones de la verdad para justificar justicia sino por medio de la “mano amiga”, de conciliación y convivencia para la paz, sembrando y cosechando frutos de “buenos ciudadanos”, enseñándoles a caminar con amor y optimismo en la patria de todos.
En el mes de junio de 1987, presenté a la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), anteproyecto de la Ley Orgánica de Policía, que tengo entendido fue enviado al Congreso Nacional para su estudio y discusión, pero por los avatares políticos quedó en la gaveta de algún escritorio. El proyecto contiene 86 artículos y su exposición de motivos se traduce en la organización, funcionamiento, competencia y en especial la coordinación, así como la formación, capacitación y previsión social del policía.