En nuestro país hemos tenido jueces doctos, ilustres, honestos y honorables provenientes de todas las clases sociales, pero no es menos cierto, que muchos han caído en los vaivenes de la política tanto en gobiernos dictatoriales como en democracia. Es la verdad real
Cesáreo José Espinal Vásquez
e-mail: cjev@cantv.net
“La independencia del Juez debe ser, ante todo, una independencia interior basada en la libertad espiritual, sometido a su propia convicción debidamente fundamentada”. Rodulf Stamler “El Juez” (1902).
En el mes de mayo de 1991, escribí el artículo para Papeles de Mi Escritorio, publicado en el Diario El Mundo, “Los Jueces para el futuro”, creo que hoy, después de más de 20 años, es importante recordarlo. Decía el profesor Rodulf Stamler, filósofo, jurista alemán, en sus pensamientos sobre “ El Juez”, que si alguna profesión pueda servir de modelo para la sociedad, es precisamente, la profesión de Juez. El más grande poder en un Estado de Derecho, es la administración de justicia. El juez debe ser sano en sus condiciones físicas y mentales, de vocación, tener probidad, administrar la justicia con valentía y ser independiente en sus funciones. Es preferible un juez “bruto”, que corrupto, aún cuando éste, sea muy inteligente. En nuestro país hemos tenido jueces doctos, ilustres, honestos y honorables provenientes de todas las clases sociales, pero no es menos cierto, que muchos han caído en los vaivenes de la política tanto en gobiernos dictatoriales como en democracia. Es la verdad real.
La más grande cualidad para ser buenos jueces, es abrazarse al libre desenvolvimiento de su personalidad. El perfil del juez. No solo basta tener un abultado “currículo”, si no se tiene talento con probidad, como lo exigía el padre de la patria, Simón Bolívar.
Los jueces para el futuro, no deben limitase al cónclave de los concursos, porque es importante conocer su historial de buen ciudadano. La delicada función de administrar justicia debe está en posesión de “mentes sanas”, porque un débil mental por sumisión, un cobarde o con aberraciones de cualquier especie, no puede ser juez. Cada dos años, deben someterse a la evaluación psico-social y tener el año sabático, cada cinco años, debiendo hacer cursos o maestrías de actualización fundamentalmente en la materia jurídica de su competencia.
Elevemos la dignidad de los jueces, respetándoseles y haciéndose respetar en su conducta de buen ciudadano y el país tendrá, excelentes jueces para el futuro.