Para mejorar dramáticamente un equipo mediocre, Cinncinati necesita un movimiento drástico y ese podría ser negociar a su mejor pitcher
En febrero pasado escribí en este espacio que más temprano que tarde los Rojos de Cincinnati necesitaban comerciar a Homer Bailey por algo de ayuda ofensiva. El razonamiento detrás de aquella afirmación era simple — en el año 2013, los Rojos terminaron en el lugar 15 de las Grandes Ligas en wMR + y su decepcionante temporada baja había consistido en ver partir al muy productivo Shin-Soo Choo, mientras importaban como respaldo a los mediocres Skip Schumaker y Brayan Peña.
En cambio, los Rojos firmaron a Bailey con un contrato a largo plazo y trataron de llegar a funcionar con lo que tenían, en última instancia, ganando menos partidos de los obtenidos desde el año 2008. A pesar de que no ocurrió exactamente de la forma en la que podríamos haber esperado –las estrellas Jay Bruce y Joey Votto tuvieron años pobres, mientras que Todd Frazier y Devin Mesoraco cargaron el peso del equipo– la ofensiva fue un enorme lastre, que se hundió hasta un 83 wMR +, que no solo fue el segundo peor en las Grandes Ligas, sino que fue casi la peor en las últimas 50 temporadas de béisbol en Cincinnati.
Nueve meses más tarde, los Rojos están de nuevo en una posición similar. Este equipo, como está construido, no luce como un contendiente de playoffs. Hay un montón de agujeros en la alineación y una cantidad limitada de dólares para arreglar sus problemas. Una vez más, el producto más comerciable para Cincinnati es su lanzador de élite, quien entra en el último año de su contrato. Esta vez los Rojos no pueden cometer el mismo error y mantenerse firmes. Es el momento de negociar a Johnny Cueto.
Se maneja el nombre de Cueto porque es una gran estrella y reportaría más a cambio, aunque, para no faltar a la verdad, esto también podría aplicarse a Mat Latos, Mike Leake o Alfredo Simón, quienes se encuentran en su año final de contrato y Cincinnati no será capaz de firmarlos a todos. (También se podría esgrimir el argumento de vender a Aroldis Chapman, pero eso lo dejamos de lado porque es tema de otra conversación.)
El punto es, al igual que era sencillo notar que los Rojos de 2014 no fueron construidos para ganar, que la plantilla para 2015 no está en mejor forma. Según FanGraphs, la combinación de gráficos de profundidad y proyecciones nos permite obtener una primera impresión de las expectativas de WAR para 2015. Y mientras que se puede objetar la validez absoluta del WAR, cuando se está diciendo que los Nacionales de Washington se ven como el mejor equipo y los Filis de Filadelfia como el peor, sabes que se está en el camino correcto.
Por el momento los Rojos se clasifican como el equipo 26 en el béisbol. Los otros equipos en ese rango –los Cachorros de Chicago, Medias Blancas de Chicago, los Astros de Houston, etc. –están inmersos en fases de reconstrucción. Los Filis están a punto de comenzar una con por lo menos dos años de retraso. Los Rojos, sin embargo, todavía están tratando de ganar con el núcleo actual, tal vez, en una mínima parte, debido al hecho de que acogerán el Juego de Estrellas del próximo año. Lo que hace más difícil su situación es algo que los rankings WAR no toman en cuenta: el hecho de que en la División Central de la Liga Nacional están involucrados Cardenales de San Luis, Cerveceros de Milwaukee, Piratas de Pittsburgh y los Cachorros, que seguramente serán competitivos, lo cual representa uno de los desafíos más difíciles en el juego.
También trabaja en contra de Cincinnati que muchos de sus problemas son los mismos que tuvieron el año pasado, o en algunos casos, peores. El segunda base Brandon Phillips todavía es un defensor sólido, pero también ha ido disminuyendo bastante desde 2011 -su wMR + se ha reducido desde 122 a 101 a 91 hasta 88– y es indudable que a los 33 años ha perdido la mayor parte de su poder y valor ofensivo. El campocorto Zack Cozart es un defensor bien valorado, pero también fue el peor bateador en el béisbol regular de la temporada pasada. En la izquierda, una combinación de jugadores liderados por Ryan Ludwick dio colectivamente mantuvo al equipo por debajo del nivel de reemplazo, ranqueándolos en el número 28 del juego.
Tampoco ayudó que Billy Hamilton fuera el segundo peor bateador en el béisbol en la segunda mitad, que Votto se lesionara o que Bruce cayera completamente; y es justo esperar que, por lo menos uno de estos tres jugadores produzca mucho más en 2015. Sin embargo, no es realista esperar una buena producción de los tres, que Frazier y Mesoraco mantengan un buen rendimiento y que Phillips contenga su declive producto de su envejecimiento; eso por no hablar del agujero en el jardín izquierdo y el hecho de que Cozart nunca será un bateador aceptable de Grandes Ligas.
Idealmente, los Rojos se aferrarían a Cueto y sus otros abridores para entonces importar algo de ayuda a través de la agencia libre. Pero la relación de bateadores en el actual mercado no encaja con los Rojos. Pablo Sandoval, Chase Headley, Russell Martin y Adam LaRoche pretenden cifras que están muy por encima de donde Cincinnati puede aventurarse, al igual que el dominicano Hanley Ramírez. Con cinco jugadores hacen por lo menos 10 millones, más Leake, Latos y Chapman esperan conseguir más de 8 millones en el arbitraje, la nómina ya está cerca o por encima de lo que estaba en 2014 y debido a que Phillips alcanzó sus derechos de 10 años y cinco con el mismo equipo al final de la temporada, están atrapados con las tres temporadas restantes y 39 millones de dólares en los que son sus años de declive (34 a 36). Siendo ese el caso, los Rojos se han relacionado con más frecuencia con jardineros de bajo perfil como Norichika Aoki o Michael Morse, ninguno de los cuales voltearán la situación por sí solos.
Cualquiera de los dos podría ser mejor que Ludwick y compañía, pero solo por una cantidad limitada. Eso quizás los sacaría momentáneamente a flote, pero no serviría de mucho para promover los intereses del equipo a mediano y largo plazo. Si permanecer como están no les ayuda y mejorar acudiendo a los agentes libres no es una opción, entonces la única alternativa es sentarse a la mesa de negociaciones.
Digamos que los Rojos decidieron que era el momento de negociar a Cueto, sintiendo razonablemente que sus 10 millones de salario en 2015 y el hecho de terminar segundo en la carrera por el Cy Young lo convierte en una alternativa muy atractiva, en vez de gastar más de 100 millones de dólares en agentes libres, como Max Scherzer y Jon Lester. ¿Qué pudieran obtener a cambio? Es algo así como un mercado de lanzadores TOP, pero contendientes como Dodgers de Los Ángeles, Tigres de Detroit, Angelinos de Los Ángeles, Medias Rojas de Boston, Marineros de Seattle, Gigantes de San Francisco, Yankees de New York, Atléticos de Oakland podrían utilizar ayuda en la rotación. Y comerciándolo ahora en vez de julio, los Rojos pueden ganar dinero por Cueto y una selección en el draft, en lugar de 12 aperturas, más o menos, y sin ninguna elección si esperan. Cierto es que a él solo le resta un año de contrato, situación que limita su valor de mercado –esto no va a ser Addison Russell por un total combinado de dos años de Jeff Samardzija y Jason Hammel– pero con un poco de creatividad pueden hacer que funcione.
Valorando los nombres específicos de las propuestas comerciales que se manejan, aunque esto a menudo es una locura, todo depende en última instancia de cómo los Rojos afrontan su temporada baja. Si quieren ayuda inmediata, ciertamente equipos como los Dodgers (Carl Crawford, asumiendo que los Dodgers paguen una cantidad abrumadora de los más de 62 millones que todavía le deben, él ha sido sorprendentemente bueno en sus dos años allí, con un 117 wRC +) y los Medias Rojas (nadie más que Mookie Betts y Rusney Castillo) tienen exceso de efectivos en los jardines, prospectos para tapar la deficiencias en los jardines. Otros podrían pagar en su totalidad por prospectos. Sin embargo, otra opción sería la de insistir en que una parte interesada tome un contrato garantizado de sus manos para aumentar la flexibilidad. Todo depende de lo que los Rojos quieran hacer.
Sea cual sea el camino que los Rojos elijan, solo hay una respuesta incorrecta para este invierno y es mantener ese rumbo, que es el predestinado para Filadelfia. Este equipo no es lo suficientemente bueno para salir de la División Central como está. Ellos no tienen los dólares para comprar más talento. Ellos necesitan utilizar el intercambio como una fortaleza y con los lanzadores jóvenes Tony Cingrani, Robert Stephenson, David Holmberg, Michael Lorenzen y Raciel Iglesias, estén listos o no, asumir las responsabilidades. Ahora es el momento.